CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx). – La plataforma de videos en línea Youtube eliminó por un rato la conferencia de prensa matutina del jueves 22 de enero y después la volvió a publicar, pero sin el fragmento donde el presidente Andrés Manuel López Obrador lee el teléfono celular de la jefa de corresponsalías de The New York Times, Natalie Kitroeff, quien le envió una carta con preguntas para un reportaje sobre la ya desmentida investigación de Estados Unidos a sus campañas presidenciales de 2006 y 2018.
Pese a responder la carta en la conferencia matutina del jueves, donde Kitroeff le daba al vocero de la presidencia, Jesús Ramírez, hasta las 5 de la tarde para responder, pero el presidente lo hizo en vivo en la mañanera, The New York Times publicó horas después el reportaje titulado “Estados Unidos indagó acusaciones de vínculos del narco con aliados del presidente de México”, lo que después fue desmentido por el mismo gobierno de Estados Unidos.
Al día siguiente, una reportera de Univisión lo cuestionó por difundir el celular de Kitroeff, no por la falta de fuentes en el reportaje del medio extranjero y el sábado, comenzaron a publicarse en redes sociales los teléfonos de colaboradores del presidente o sus hijos, como el de la candidata presidencial de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” o de su hijo mayor José Ramón López Beltrán.
En su conferencia del jueves, López Obrador decidió responder al ultimátum de Kitroeff y denunció injerencia del gobierno de Estados Unidos en la elección presidencial de México, pese a que allá tienen un proceso similar para noviembre de este año.
“Vamos a ver —para que vean cómo han ayudado las mañaneras— vamos ahora a leer lo del ultimátum del New York Times, de la corresponsal en México del New York Times”, dijo el presidente y contestó:
“‘Estimado Jesús’. Ay, ay, ay, cómo te quieren. ‘Le saluda Natalie Kitroeff, jefa de la corresponsalía del periódico New York Times en México. Quiero informarle que estamos trabajando en un reportaje sobre una investigación que realizó el gobierno de Estados Unidos —esto está interesante, porque el gobierno de Estados Unidos ahora va a tener que informar—, un reportaje sobre una investigación que realizó el gobierno de Estados Unidos durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, distinta a la investigación de la DEA —o sea, otra, a la que hizo referencia el premiado— distinta a la investigación de la DEA que se hizo pública hace unas semanas y que sólo analizó su campaña de 2006’”, leyó textualmente.
Reflexionó que se seguía dando seguimiento a la investigación porque era distinta a la del premiado periodista que difundió presuntos pagos a su campaña en 2006 y después se retractó.
“‘Por este medio, solicitamos sus comentarios sobre el reportaje. Tenemos hasta las 17:00 horas, hoy, el 21 de febrero —los comentarios— para incluirlos en el artículo. Puede contactarme por correo o por teléfono a estos números: 55 4766 8033. ‘A continuación, mis preguntas”, siguió leyendo el presidente y eso molestó a la reportera Jessica Zermeño, de Univisión, quien al día siguiente fue a confrontar al presidente en la mañanera.
La reportera comparó el caso con el de periodistas asesinados en el país, se dijo expuesta porque compartió el celular de la periodista y se victimizó, a lo que el presidente respondió que, entonces, qué pasaba cuando es una periodista extranjera calumnia al presidente vinculándolo a él y a su familia con el narcotráfico sin pruebas.
El tema lo desdeñó Zermeño, quien se aferró al peligro de difundir el celular de una persona pública, cuestionó a quién culparían si le pasaba algo, y se sintió en riego por su seguridad. El sábado comenzaron a circular en redes sociales los teléfonos celulares de José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente y de la candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, Claudia Sheinbaum.
“¿En Estados Unidos le van a dejar los presidentes hablar así?”, le preguntó a Zermeño y le recordó que presidentes estadunidenses han insultado a periodistas, les han dicho groserías, contrario a lo sucedió en México y la periodista no supo responder.