Más de 10 mil palestinos están encerrados en las cárceles israelíes después de que la población carcelaria palestina se haya duplicado en apenas dos semanas, desde el inicio del actual conflicto entre Israel y las milicias de Hamás en Gaza, según fuentes palestinas citadas por la televisión Al Yazira.
Antes del 7 de octubre había unos cinco mil 200 presos palestinos, a los que habría que sumar unos cuatro mil trabajadores de Gaza que estaban en Israel y ahora están retenidos en bases militares israelíes, así como mil 70 palestinos detenidos en incursiones militares nocturnas en Cisjordania.
La mayoría de los gazatíes están en la base militar de Sde Teyman, en el desierto del Neguev, mientras que cientos más están en la prisión de Ofer, cerca de Ramala y en la base de Anatot, cerca de Anata, en Jerusalén Este, según esta fuente. En su mayoría están retenidos bajo el régimen de detención administrativa, que permite en la práctica el encarcelamiento indefinido sin juicio de los sospechosos.
“Las detenciones se realizan las 24 horas del día”, ha explicado la responsable del grupo Addameer para los derechos de los presos Sahar Francis en declaraciones a la cadena Al Yazira. Los presos son objeto de “graves maltratos” y están sometidos a “difíciles condiciones”.
La Autoridad Palestina ha denunciado la “peligrosa” situación “sin precedentes”. “Los presos están sometidos a malnutrición y sed. Les impiden acceder a medicamentos, incluidos los que padecen dolencias crónicas que necesitan tomar regularmente medicinas”, afirmaba el pasado jueves en rueda de prensa el presidente de la Comisión para los Asuntos de los Detenidos de la Autoridad Palestina, Qadura Fares.
Addameer ha constatado también restricciones al acceso a la atención sanitaria. “También han cerrado las clínicas de las prisiones e impiden a los presos ir a los hospitales y clínicas del exterior pese a que hay pacientes de cáncer que necesitan un tratamiento continuado”, ha alertado.
“Lo más peligroso” de los últimos días son las “agresiones físicas” y el empeoramiento de los tratos. “Todo el que está detenido ha sido atacado”, ha subrayado.
“Hay muchos presos con miembros rotos, manos y piernas, y que sufren insultos y agresiones verbales degradantes, que son maniatados a la espalda y a los que se les estrecha el cierre hasta causarles dolores graves… que están desnudos y son humillados“, ha alertado Addameer.
En periodos de “calma” son detenidos unos 15 ó 20 palestinos al día, pero desde el 7 de octubre la cifra se ha disparado hasta los 120, según las autoridades palestinas. En su mayoría se trata de detenciones en el marco de operaciones militares israelíes realizadas al amanecer, humillando a familiares y destruyendo bienes.
Además los presos están “aislados del mundo”. “No tienen patio ni contacto con sus familias. No hay visitas familiares ni visitas regulares de sus abogados“, ha resaltado Francis. También se han reducido de dos a tres las visitas a las tiendas de las cárceles en las que se compran bienes básicos como pasta de dientes, alimentos.
Mientras, la Knesset, el Parlamento israelí, aprobó el miércoles la reducción del espacio mínimo de cada preso por debajo de los 3,5 metros cuadrados para facilitar este encarcelamiento masivo.