Por Daniel Zovatto y Juan Gabriel Tokatlian *
La reciente elección en Venezuela ha dejado al descubierto serias preocupaciones sobre la transparencia y la legitimidad del proceso electoral. Ello ha provocado una crisis política que está en pleno desarrollo con el peligro de un acelerado escalamiento. En este contexto, se vuelve indispensable una propuesta regional convergente y consensual que se enfoque en garantizar la transparencia del proceso electoral y la legitimidad de sus resultados, con el fin de restaurar la confianza en el sistema electoral venezolano y asegurar la paz social. Y, a su vez, contribuya a generar condiciones para un acuerdo político viable y sustentable. Estamos en presencia de una situación muy delicada que puede derivar en consecuencias imprevisibles. No hay un destino pre-establecido y ominoso: Las soluciones políticas la construyen los actores sociales.
Presentamos aquí una serie de acciones basadas en la legalidad, la prudencia y el equilibrio que creemos esenciales para alcanzar el objetivo principal en esta hora: Una urgente distensión.
1. Transparencia desde el inicio
El primer paso esencial para garantizar la transparencia es la reunión y publicación de la totalidad de las actas desagregadas por centros y mesas de votación. Este proceso permitirá a todas las partes interesadas acceder a la información necesaria para una revisión exhaustiva y fundamentada del proceso electoral.
2. Revisión y verificación exhaustiva
Es fundamental implementar un proceso meticuloso de revisión, cotejo y verificación de cada una de las actas. Este procedimiento debe ser exhaustivo y transparente, para identificar cualquier irregularidad y abordarla de manera adecuada. Sin esta revisión rigurosa, cualquier intento de legitimar los resultados será visto con desconfianza.
3. Misión técnica internacional
Para asegurar la imparcialidad y objetividad del proceso de verificación, es necesario que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela sea acompañado por una misión técnica electoral internacional. Esta misión debería incluir expertos de la ONU y del Centro Carter, así como seis técnicos electorales especializados en auditoría informática electoral, provenientes de países como Brasil, Colombia, y México, entre otros. La presencia de estos expertos garantizará un análisis técnico y minucioso del proceso electoral.
4. Credibilidad y legitimidad
La credibilidad y legitimidad de las elecciones, y su reconocimiento a nivel nacional e internacional, dependerán en gran medida de los resultados obtenidos de este proceso de verificación y auditoría. Es crucial que todas las partes involucradas perciban este proceso
como imparcial y objetivo, de lo contrario, cualquier resultado será cuestionado.
5. Mesa de negociación regional
Para facilitar el diálogo entre el gobierno y la oposición, se debe establecer una mesa de negociación y mediación regional. Esta mesa debe estar compuesta por un grupo de países de la región que reflejen la diversidad política e ideológica, asegurando la inclusión de
diversas perspectivas y facilitando un diálogo efectivo y constructivo.
6. Acceso a mecanismos legales de impugnación
Es esencial que la oposición tenga acceso pleno y sin condicionamientos a los mecanismos legales de impugnación disponibles. En momentos de alta tensión, es vital actuar con mesura y evaluar todas las alternativas legales posibles para garantizar un proceso justo.
7. Rechazo a la Violencia
Mantener la paz y evitar cualquier tipo de violencia es fundamental. Debemos recordar la importancia de la relativa tranquilidad tanto previa a la elección como durante el día de votación. La violencia solo contribuye a la deslegitimación del proceso y aumenta la
desconfianza.
8. Evitar influencias geopolíticas externas
Debe evitarse que las dinámicas geopolíticas externas influyan negativamente en el proceso electoral venezolano. La región no puede permitirse un nuevo episodio de confrontación internacional, como ya se ha visto en otras partes del mundo. No debemos atraer a la región pugnas sobre las cuales no tenemos ningún control o influencia, con el riesgo de solo ser testigos de los daños que podríamos padecer.
9. Oportunidad para la distensión
La presión interna y externa máxima no ha funcionado en la última década. Es momento de ensayar la máxima distensión y promover un ambiente más propicio para la negociación y el acuerdo. Solo así se podrá avanzar hacia una solución pacífica y consensuada.
10. Negociación política interna
Finalmente, es esencial que las alternativas a la crisis en Venezuela provengan de un diálogo genuino y productivo entre los propios venezolanos. La negociación política interna debe estar en el centro de la consideración de los actores principales, pues solo así se logrará una reconciliación duradera y se afianzará la unidad nacional; dos imperativos imprescindibles en esta coyutura.
Esta propuesta no solo busca ofrecer un camino hacia la reconciliación y la estabilidad en Venezuela, sino también servir como un llamado a la región para actuar con responsabilidad y solidaridad. Es hora de que los países de América Latina, más allá de las posturas iniciales expresadas, puedan multiplicar esfuerzos en favor de una iniciativa conjunta que promueva un futuro más democrático y pacífico para Venezuela.
* Daniel Zovatto. Global Fellow. Wilson Center.
*Juan Gabriel Tokatlian.Profesor plenario.Universidad Torcuato Di Tella, Argentina.