Pocas prendas de ropa han causado tanta polémica como el popular bikini, ese traje de baño de dos piezas, comúnmente femenino, que es una de las postales más repetidas en las playas y durante las vacaciones.
Aunque las prendas diminutas han estado ligadas a la cultura humana desde hace cientos de años, el bikini moderno es relativamente joven: nació en 1946, en Francia, y su surgimiento causó polémica por distintas razones.
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De acuerdo con Louis Réard, el inventor del bikini moderno, este conjunto se compone de dos piezas, la inferior debe estar por debajo del ombligo y dejar descubiertas las ingles y parte de los glúteos. Además, doblado, debe pasar sin problema por un anillo de compromiso.
Sin embargo, su adopción como ícono de la cultura pop no fue sencilla. De hecho, hubo excomuniones, prohibiciones e incluso ciertos tipos de propaganda que, en esta época, serían tomadas como políticamente incorrectas.
Del átomo a la bomba atómica
Desde la época clásica hay ejemplos de vestimentas diminutas, aunque casi siempre han estado ligadas a la práctica deportiva. Así lo demuestran mosaicos realizados en la Antigua Roma, donde se ve a mujeres portando prendas que parecen bañadores modernos.
Sin embargo, fue a principios del siglo pasado que el estadounidense Carl Jantzen desarrolló un conjunto de dos piezas, antecedente directo del bañador, que se popularizó durante décadas entre las primeras leyendas del cine mudo.
Tiempo después, en 1930, el francés Jacques Heim creó el “átomo”, la que en su momento se consideraba la pieza más pequeña de ropa que se podía vestir sin ningún pudor en público. Sin embargo, esta innovadora pieza todavía cubría el ombligo y estaba hecha con pesadas telas que dejaban todo a la imaginación.
La Segunda Guerra Mundial lo cambió todo. La escasez de materiales, específicamente de telas, hizo que ciertas prendas, como los trajes de baño, se hicieran más pequeños debido a la escasez.
En 1946, Réard, quien tenía una tienda de lencería, empleó exactamente 76 centímetros de tela para hacer un traje de baño único, el cual también contó con una promoción que escandalizó a la sociedad de la época.
Presentado como una “bomba (an)atómica”, el bikini se convirtió rápidamente en el centro de las críticas, pero también del deseo de miles de personas en todo el mundo que, con el paso del tiempo, lo convirtió en icono.
¿Por qué se llama bikini?
Réard sabía cómo llamar la atención, así que bautizó a su creación como “bikini”, que era el nombre de un atolón en el Pacífico Sur donde Estados Unidos realizaba pruebas de nuevas bombas atómicas, en un movimiento polémico e insensible, sobre todo por la reciente hecatombe desatada en Hiroshima y Nagasaki.
La presentación no le fue a la saga en polémica al nombre. Se realizó en París, pero la mayoría de las modelos contratadas para la presentación renunciaron al ver la diminuta pieza que deberían usar en público.
La única que no se echó para atrás fue la desnudista de 19 años Micheline Bernardini, quien pasaría a la historia como la primera mujer en usar un bikini en público. A ella le seguirían sex symbols como Marilyn Monroe o Brigitte Bardot, entre miles y miles de estrellas de cine.
Durante algunos años, varios países prohibieron su uso en público, e incluso el Papa Pío XII recriminó públicamente a la modelo sueca Kiki Hakanson por atreverse a usarlo durante el concurso Miss Universo de 1951.
Con la liberación femenina de la década de los 60 y la revolución sexual de los 70, al bikini se le quitó esa fama de prenda pecaminosa y se convirtió en todo un icono de las playas y la silueta femenina.