En nuestro rostro es posible identificar ciertos rasgos emocionales que son característicos de nuestra personalidad, algunos detalles de nuestra fisionomía reflejan muchas de nuestras actitudes, experiencias, gustos y hasta cómo nos desenvolvemos en el entorno social. Solo con ver tu perfil o el de una persona, puedes saber si son o no afectivos.
De acuerdo con Moisés Acedo, experto en morfopsicología y criminología facial, las facciones de nuestro rostro pueden delatar si somos optimistas, avariciosos, generosos, apasionados, mentirosos, tenaces, valientes, autoritarios, entre otras cualidades positivas y negativas. Solo hay que poner especial atención en algunos detalles de la cara.
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¿Cómo identificar a una persona que es afectiva y a otra que no?
El experto señala que para identificar a las personas afectivas hay que poner especial atención en la forma del surco nasolabial. La inclinación del esta parte del rostro que se ubica entre la parte baja de la nariz y los labios, habla sobre la afectividad que tiene la persona.
Arco de cupido
- Arco bien marcado: las personas con el arco en los labios bien reflejan refinamiento y sensualidad.
- Sin arco de cupido: se caracterizan por ser vulgares y bestiales, es decir agresivas y con un carácter fuerte.
¿Qué define cada parte de nuestro rostro?
Los rasgos del rostro muestran parte de nuestra personalidad. Los ojos, nariz, boca, mentón etc. tienen características que hablan sobre nuestras emociones, la forma de la cara también influye en cómo nos perciben las demás personas, sin embargo, puede que no todos los rasgos definan exactamente nuestra forma de ser pero sí influyen en la impresión que damos a otros.
- Orejas: Las orejas, su forma y posición son vistas como un indicador de determinación y valentía en la toma de decisiones.
- Boca: La boca y sus labios muestran nuestra expresividad. El grosor de los labios y la forma de la boca pueden sugerir claridad en la forma de pensar y expresarse
- Nariz: La nariz es el rasgo facial que más marca nuestra imagen, y con ella la impresión que mostramos al mundo.
El rostro y su morfología sugieren algunos rasgos de la personalidad. Esta parte de nuestro cuerpo puede dividirse en áreas diferenciadas, y cada una de ellas es un indicador de la personalidad: cerebral, instintiva y sentimental.