Los recuerdos son cosas efímeras. Por más vitales que sean, también pueden desaparecer en un instante, borrando nuestra historia. Los recuerdos son los mapas de nuestro pasado, los guías que nos dictan cómo vivir nuestras vidas. Sin ellos, el camino hacia adelante se vuelve borroso e incierto, imposible de navegar.
¿Cómo encuentras tu camino de regreso sin el importante mapa del recuerdo? Esto se verá en la cinta “Recuerdos Mortales”, que este viernes ya está en los cines de México.
Con una alta dosis de suspenso y misterio, esto es lo que plantea como premisa la película “Recuerdos Mortales”, el más reciente filme que protagoniza Russell Crowe con la mente humana y su colapso. En la cinta, Crowe da vida a un ex detective de homicidios cuya lucha contra el Alzheimer lo lleva a enfrentarse no solo a un caso sin resolver, sino también a lo más profundo de sus recuerdos.
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¿De qué trata la película “Recuerdos Mortales”?
Dirigida y escrita por Adam Cooper, la película muestra que después de recibir un revolucionario tratamiento contra el Alzheimer, el detective Roy Freeman (Crowe) se ve nuevamente envuelto en un caso de hace décadas: el brutal asesinato de un profesor universitario.
Aferrándose a vestigios de su pasado y en busca de la verdad, Freeman reexamina el caso con la ayuda de su antiguo colega Jimmy Ramus para tratar de recordar décadas de su vida. Sin embargo, su investigación se complica y descubre evidencias que involucran a los detectives con la misteriosa Laura (Karen Gillan) y los llevan por un camino turbulento.
Poco a poco, Freeman y Ramus se enfrentan a una creciente incertidumbre con secretos que desafían su percepción del mundo, más allá de la pérdida de memoria. Ante una realidad inesperada, la realidad de Freeman cambia en un instante. “Recuerdos Mortales” es un thriller similar a “Memento” o “Shutter Island” con giros sorprendentes y un ritmo frenético.
Historia basada en un libro
“Recuerdos Mortales” se basa en la novela “El Libro de los Espejos” del escritor rumano E.O. Chirovici. Este despertó el interés del director Adam Cooper debido a su potencial para examinar la fragilidad y subjetividad de la memoria.
Al leer “El Libro de los Espejos”, Cooper se sintió tan atraído por la narrativa que creó la película en torno al personaje en el último tercio de la novela: Roy Freeman, un detective recluso con Alzheimer.
“Realmente me atrajo esta idea de que la memoria es simplemente un punto de vista. Estoy realmente interesado en el papel que la memoria y el pasado juegan en informar quiénes somos como seres humanos”, comentó el director Cooper.
Russell Crowe se refleja en su padre y su amado Melbourne
Filmar en Melbourne, Australia, fue un regreso a casa para Russell Crowe. El personaje de Roy Freeman le brindó la oportunidad de reflexionar sobre sus propias experiencias al tener un familiar con Alzheimer.
“Mi papá falleció en 2001. Su enfermedad duró como siete años”, dice. “Así que tuve una experiencia muy personal e íntima con lo que sucede cuando las personas vuelven a la vida en una conversación y de pronto, se desvían”.
“No tuve que hacer ninguna otra investigación, y simplemente di por sentado que la investigación de Adam sobre el tratamiento del Alzheimer era correcta”, expresó Russell Crowe.
Rodar en los suburbios de Melbourne, incluidos Heidelberg y Coburg, también fue una oportunidad para que Crowe volviera a visitar lugares de su propio pasado, rastreando su carrera anterior. Aprovechando el clima más cálido, Crowe paseó en bicicleta “prácticamente a todos los lugares… eso me ha dado una nueva apreciación por Melbourne”.
“He estado aquí en el pasado, haciendo teatro, viviendo en una casa de terraza con corrientes de aire en North Fitzroy. Pero eso fue hace mucho tiempo”, acotó el siempre recordado por la cinta “Gladiador”.
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