Más allá del agua, la bebida más consumida en todo el planeta es el café. Ya sea con leche, espresso, con canela o solo, esta bebida es una costumbre sin la que la mayoría de las personas no concibe sus mañanas.
Pero además de las costumbres o de las implicaciones sociales que tiene el consumo habitual de este grano, recientes estudios han demostrado que puede mejorar razonablemente tu salud.
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Algunos de sus componentes, entre los que destacan los polifenoles y la fibra, podrían ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y, con ello, protegerte de enfermedades degenerativas como la diabetes tipo 2.
“El café tostado es una compleja muestra de más de mil componentes bioactivos, algunos con potencial terapéutico con efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antifibróticos o anticancerígenos, los cuales ofrecen plausibilidad biológica por recientes asociaciones epidemiológicas”, señala un estudio de la Universidad de Southampton publicado en la Revista Británica de Medicina.
Tres tazas de café contra la diabetes
De acuerdo con los resultados de los estudios, aquellas personas que consumen entre tres o cuatro tazas de café al día tienen un 25 por ciento menos de posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
En tanto, aquellas personas que redujeron su consumo en la misma cantidad, podrían tener hasta un 17 por ciento más de posibilidades de contraer el mismo padecimiento, lo que prueba la relación que tiene el consumo del grano con la salud.
“El consumo de café parece generalmente seguro dentro de los márgenes usuales. Los resultados señalan que el consumo de tres o cuatro tazas al día reduce el riesgo de padecer varias enfermedades, causando más beneficio que daño”, destacan los investigadores.
Sin embargo, los científicos británicos destacan que aquellas personas que tienen enfermedades crónicas o las mujeres en estado de embarazo deberán limitar el consumo cotidiano de esta bebida.