NUEVA YORK (AP) — Target dejará de aceptar cheques personales de sus compradores a partir del 15 de julio, en un claro ejemplo de cómo un método de pago que alguna vez fue omnipresente está siguiendo los pasos de objetos obsoletos como los disquetes y el dispositivo de tarjetas giratorio Rolodex.
La cadena de tiendas con sede en Minneapolis confirmó la medida en un comunicado enviado a The Associated Press el martes, mencionando que tiene “volúmenes extremadamente bajos” de clientes que todavía emiten cheques.
Target dijo que mantiene su compromiso de crear una experiencia de pago fácil y conveniente con tarjetas de crédito y débito, servicios de “compre ahora y pague después” y el programa de membresía Target Circle, el cual aplica ofertas automáticamente en la caja.
“Hemos tomado varias medidas para notificar a los clientes con antelación” sobre la política de no admitir cheques, dijo la compañía.
La decisión de Target deja a Walmart, Macy’s y Kohl’s entre las tiendas minoristas que aún aceptan cheques personales en sus tiendas. Whole Foods Market y la cadena de supermercados Aldi ya habían dejado de aceptar cheques de sus clientes.
Los compradores han estado sacando sus chequeras cada vez con menos frecuencia desde mediados de la década de 1990. Los cajeros automáticos, las tarjetas de débito, la banca en línea y los sistemas de pago por móvil como Venmo y Apple Pay han hecho que muchos adultos jóvenes no hayan extendido nunca un cheque.
El uso de cheques ha ido en descenso durante décadas mientras los estadounidenses han optado en buena medida por pagar sus servicios con tarjetas de crédito y débito. Los estadounidenses escribieron aproximadamente 3 mil 400 millones de cheques en 2022, en comparación con los 19 mil millones en 1990, de acuerdo con la Reserva Federal. Sin embargo, el importe promedio de los cheques emitidos por los estadounidenses durante ese periodo de 32 años aumentó de 673 dólares en 1990, lo que serían mil 602 dólares en la actualidad, a 2 mil 652 dólares.
La disminución en el uso de cheques le permitió a la Reserva Federal reducir significativamente su infraestructura de procesamiento de cheques. En 2003, contaba con 45 centros de procesamiento de cheques a nivel nacional; desde 2010 tiene apenas un establecimiento.
Los crecientes incidentes de fraude con cheques también hicieron que la gente optara por dejar de utilizarlos. Esto se ha visto impulsado por el crimen organizado, que está obligando a pequeñas empresas y particulares a tomar medidas de seguridad adicionales o a evitar por completo el envío de cheques por correo.