11
Nov
No hay nada más molesto que ir manejando un día lluvioso y que al cerrar las ventanas para que las gotas de aguan no se cuelen en los asientos y nos mojen, termine por empañar los vidrios y aumentando el problema significativamente hasta que en el parabrisas sea imposible ver y haga más riesgosa la actividad de manejar. Aunque para combatir los vidrios empañados no hay que luchar de más ni mucho menos tener que parar el auto o aprovechar los altos para pasar una franela por dentro que nos permita tener una mayor visibilidad. Y es que sin gastar…