09
Mar
[ad_1] Una de las condiciones de lo humano, quizá la que lo define, es la palabra. Somos, decía Aristóteles, seres dotados de ella. Sin las palabras, el mundo carecería de sentido. Son ellas las que lo sacan de las tinieblas y expresan su inmensa complejidad. Tal vez, por ello, el Génesis dice que Dios creó el mundo con la palabra. Hay, sin embargo, momentos en que las palabras enferman y se corrompen. Cuando eso sucede, lo humano entra en crisis y las sociedades, decía Octavio Paz, “se pierden y se prostituyen”.Noticias RelacionadasLa era tecnológica atraviesa por un momento de esa…