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May
[ad_1] En 1988, quizá la última elección de un PRI hegemónico, el voto cautivo logrado vía una estructura territorial, sectorial y de gobierno fue lo que llevó a Carlos Salinas de Gortari a arrebatar una votación que había perdido. Se trató de una elección de Estado propia de una época que hoy ya no existe, pero que se transformó hasta llegar hoy a otra elección en donde el voto cautivo se da a través de una maquinaria más fina, pero igual efectiva, aceitada con miles de millones de pesos en los programas sociales. En los últimos cinco años la inversión que este gobierno…