Ciudad de México (Proceso).– A finales de junio pasado, cuando inició su gira de promoción para ganar la encuesta interna de Morena y convertirse en la virtual candidata presidencial de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que “una encuesta” que hizo el gobierno de la Ciudad de México -que nunca transparentó- arrojó que 70% de los capitalinos le dijeron “¡Camina Claudia!”.
Sin embargo, cuatro meses después, esa aceptación parece entrar en turbulencia. La razón: la división interna que sufre Morena-CDMX en torno a la elección de la persona que coordinará la defensa de la Cuarta Transformación y que, en los hechos, será el candidato o la candidata a la Jefatura de Gobierno.
Una muestra de la crisis en la que está el partido en la capital que Sheinbaum Pardo gobernó durante casi cinco años, es lo ocurrido el martes 24 de octubre en el Estadio Azul, donde se esperaba el acto más masivo de los 23 que llevaba con la promoción del “Acuerdo por la Unidad”, pero fracasó, pues el estadio lució semivacío.
Ese innegable fracaso fue la evidencia de varios elementos que amenazan a Morena en la “propia casa” de la exjefa de gobierno: falta de organización, rechazo del sector “duro” de la militancia y enojo dentro del partido por decisiones de la exmandataria local y la dirigencia morenista.
Casualidad o no, después de ese evento fallido, la dirigencia de Morena aplazó 11 días el resultado de las encuestas -programado para el lunes 30-, que definirán a los virtuales candidatos a las gubernaturas en los ocho estados y la Ciudad de México rumbo a las elecciones del 2024.
“No tengo favoritos”: Sheinbaum
El miércoles 1 de noviembre, la coordinadora nacional se vio obligada a grabar un video y subirlo a sus redes sociales para aclarar que “no tiene favoritos” en la contienda por la coordinación en la CDMX. También llamó a “no caer en politiquerías ni en divisiones internas”, sino a sumar por la unidad y la organización.
Les informo sobre el proceso para la selección de coordinadores estatales de los Comités de la Defensa de la Transformación. En Morena decide el pueblo. pic.twitter.com/UgRILMB7oe
— Dra. Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) November 1, 2023
El llamado se dio unas horas después de que fue difundido en redes sociales un audio presuntamente con la voz del jefe de gobierno, Martí Batres, en el que da indicaciones para “bajar” al exsecretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, de la contienda e impulsar a la exalcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada.
De inmediato, por la misma vía, el morenista desmintió la autoría de ese audio y acusó que fue hecho con inteligencia artificial.
No obstante, ese llamado de Sheinbaum llegó tarde, pues la militancia y los liderazgos morenistas llevaban ya semanas divididos entre quienes apoyan a Brugada, y quienes están con García Harfuch.
Y es que, desde principios de septiembre, cuando el exjefe de la policía renunció a su cargo, luego de más de un año de encabezar las encuestas y de negar que le interesara la política, se supo entre pasillos que era la apuesta de Sheinbaum Pardo para recuperar el voto de la clase media de los capitalinos que Morena perdió en las elecciones intermedias de 2021.
Desde entonces, diputados locales y algunos federales, además de alcaldes, apostaron por uno y otro. El consejero presidente de Morena-CDMX, Francisco Chíguil, solicitó licencia temporal para separarse de su cargo y coordinar los recorridos de la exalcaldesa por la capital. El senador César Cravioto, suplente de Batres Guadarrama en la Cámara Alta, se convirtió en su vocero para esta etapa del proceso. Los tres son identificados con el lado “duro” del partido.
A la exlegisladora federal y local la han apoyado en sus eventos intelectuales, escritores, actores y demás personalidades simpatizantes de la 4T y que, otrora han acompañado a la misma Sheinbaum en sus actos masivos en la capital; entre ellos, la escritora Elena Poniatowska y el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, por nombrar algunos.
En tanto, el alcalde de Iztacalco, Armando Quintero, comenzó a aparecer en actos masivos de García Harfuch; varios de ellos, por cierto, hechos en instalaciones de esa demarcación. Otras alcaldesas que se han dejado ver sonrientes en esos actos son Berenice Hernández, de Tláhuac, y Evelyn Parra, de Venustiano Carranza, quienes también han facilitado locaciones cerradas, por seguridad, para la visita del que ya es comparado como Batman, “el caballero de la CDMX”. A la vicecoordinadora de Morena en el Congreso local, Guadalupe Morales, el aspirante ya la llama “Lupita” en sus eventos.
Otro personaje que llamó la atención al encabezar un acto masivo en la alcaldía Benito Juárez es René Bejarano, presidente del Movimiento Nacional por la Esperanza, recordado por el videoescándalo en el que se le ve recibir fajos de billetes atados con ligas que le entregó al empresario argentino, Carlos Ahumada en 2004, cuando Bejarano era secretario particular del entonces jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador.
El mismo 24 de octubre, Manuel Oropeza, autoridad del Centro Histórico y exlíder local del PRD y fiel bejaranista, renunció a ese Movimiento con el argumento de que apoya a Brugada y que “la otra visión significa dar un salto al vacío en el corazón del proyecto de la 4T en la CDMX”.
El pasado lunes 30, en varias entrevistas con la prensa, Jesús Sesma, coordinador de la bancada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), amenazó con romper la alianza con el partido oficial y el del Trabajo, si “el superhéroe” como lo llamó en octubre del 2022, no es el elegido.
Esos son apenas unos ejemplos del tamaño de división que priva en Morena-CDMX a una semana de que se den a conocer los resultados de las encuestas internas y que la Comisión Nacional de Elecciones decida si será un hombre o una mujer quién contienda por refrendar el triunfo de la 4T en la capital.
“Nos faltó organización”: Delgado y Ramírez
La tarde del martes 24, el Estadio Azul no recibió ni una cuarta parte de las poco más de 36 mil 600 personas que pueden sentarse en sus gradas. Tampoco vio llena la zona VIP de los “invitados especiales” destinada en la cancha que, de por sí ya estaba ocupada en una parte por el gran escenario con dos pantallas gigantes.
La exmandataria local se quedó entre los pasillos del inmueble sin importar que dejaba plantados a los pocos miles que sí llegaron desde al menos tres horas antes para aplaudirle. Entonces, el grito de “¡pre-si-den-ta!” al que está acostumbrada a recibir, se tornó en silencio.
Mario Delgado, presidente nacional de Morena, sólo atinó a decir: “El día de hoy hay que reconocer que nos faltó organización. Hay mucha gente que quisiera estar aquí que no se enteró”. Y convocó a la gente a volver al mismo sitio el domingo 12 para recibir “como se merece” a la coordinadora nacional de la defensa de la transformación.
Sebastián Ramírez, líder de Morena en la CDMX y excoordinador de Comunicación Ciudadana del gobierno de Sheinbaum, llegó corriendo al estadio, su rostro denotaba preocupación y cólera. En algunas entrevistas repitió: “nos faltó organización”.
Esa tarde-noche, Claudia Sheinbaum dejó a un lado su activa participación en sus redes sociales y no hizo ni una sola mención del hecho. Tampoco hizo referencia en su evento masivo en Parral, Chihuahua, el miércoles 25, donde se presentó como si un día antes no hubiera ocurrido el primer gran vacío en sus mítines camino a las elecciones del 2024.
Peor aún, el fiasco estaba consumado en uno de los lugares públicos más emblemáticos de la alcaldía Benito Juárez, gobernada por el PAN. La misma demarcación que durante la administración de Sheinbaum en la capital fue sometida, como ninguna otra, a la investigación penal de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) y al señalamiento público de ella misma por el escándalo de corrupción inmobiliaria.
Es también la demarcación donde el PAN ha gobernado los últimos 23 años y cuyo más reciente alcalde, Santiago Taboada, solicitó licencia para separarse temporalmente del cargo y competir por la candidatura de la alianza “Va por la CDMX”, formada por PAN, PRI, PRD, para la elección del próximo jefe de gobierno de la capital.
Fallas en la logística
En las dos giras nacionales que ha encabezado Claudia Sheinbaum desde finales de junio, cuando se separó de la Jefatura de Gobierno, -la primera para posicionarse y ganar la encuesta interna de Morena y la segunda para promover la firma del “Acuerdo por la Unidad”-, ha sido evidente la intervención de los gobiernos estatales y las presidencias municipales morenistas.
Como lo ha comprobado la reportera, lo han reportado diversos medios de comunicación locales y nacionales y como también lo denunció el excanciller Marcelo Ebrard, en la organización, logística y acarreo de personas en esos eventos masivos en lugares públicos han intervenido los gobernadores y gobernadoras militantes de Morena: apoyan con el transporte para llevar y regresar a la gente de comunidades alejadas al punto de reunión, con la entrega de banderines, playeras y gorras; con la renta de sillas, lonas y equipo de audio y hasta con policías estatales para controlar las vialidades.
Sin embargo, el martes 24 en la CDMX prácticamente no hubo ninguno de los dos elementos. El jefe de gobierno, Martí Batres, ha declarado varias veces que, aunque es morenista y apoya a Sheinbaum, se mantendrá ajeno al proceso político nacional y local.
A diferencia de otros gobernadores como Layda Sansores de Campeche, Salomón Jara de Oaxaca, y Lorena Cuéllar de Tlaxcala, que recibieron a Sheinbaum a la entrada de las plazas, la acompañaron al templete y se quedaron en primera fila del evento, el exsenador no fue al acto en el Estadio Azul.
No es secreto que el morenista simpatiza con Brugada. Coincidencia o no, voces consultadas por la reportera lo acusan de presuntamente “amedrentar” a funcionarios del gabinete central para no aparecerse en eventos de la virtual candidata presidencial, pese a que el 15 de junio prácticamente le cedió el poder en la CDMX al proponerlo al Congreso de la CDMX como su sustituto.
Por el lado del partido en la CDMX, su dirigente Sebastián Ramírez destacó por su “inexperiencia política”, su “soberbia” y su “pésima organización”, según coincidieron militantes, trabajadores de secretarias del gobierno local y empleados de distintas alcaldías consultadas por Proceso.
De acuerdo con los testimonios obtenidos por la reportera, cuyas voces pidieron el anonimato por temor a represalias, el exaspirante a diputado local por Coyoacán “se confió” en que los capitalinos tendrían la misma respuesta de asistencia que hay cuando se trata de un acto masivo del presidente Andrés Manuel López Obrador. “Pero Claudia no es Andrés Manuel”, dicen.
Detallan que, a diferencia de otros actos masivos, esta vez el partido no dio apoyo de microbuses o autobuses que llevaran y regresaran a los habitantes de zonas alejadas del estadio. “La gente va a llegar porque tiene que llegar”, recuerdan que dijo Ramírez Mendoza; pero eso no ocurrió. De acuerdo con los entrevistados, “la soberbia” del inexperto líder local lo hizo pensar que la gente llegaría en Metro o como pudiera.
Además, según los testimonios, el dirigente morenista ordenó que la entrada al estadio fuera sólo con boleto en mano. La reportera confirmó que esa era la única manera de entrar al mismo, excepto para los que tenían gafete de “invitado especial” y la prensa que, previo registro por internet, apenas alcanzó una improvisada etiqueta fluorescente con letras escritas a plumón.
Sin embargo, las fuentes consultadas aseguran que la presidencia local de Morena repartió “pocos boletos”. Según esa versión, a los representantes de secretarías de gabinete les repartieron mil 500, a las alcaldías menos de 50 y a los diputados, apenas cinco. El día del evento, hubo gente que quiso entrar, pero como no traía boleto, quedó fuera. Eso le pasó a decenas de integrantes del Instituto de la Juventud (Injuve) convocados de último momento.
Otra falla, refieren los declarantes, es que era un día y horario laboral, además de que no hubo la convocatoria con tiempo suficiente. Y sí, hasta ese evento que intentó ser masivo, en las colonias populares de la CDMX era común observar posters en las paredes, mercados y otros sitios públicos invitando al acto con la hora y lugar de donde saldría el autobús. Para este evento, no hubo nada de eso.
Una voz que ha atendido varias convocatorias masivas, aseguró: “como que esta vez el presidente de Morena local no convocó a los líderes, sino sólo a sus cuates”.
De acuerdo con los declarantes, desde ese chasco ya se empezó a organizar el evento del domingo 12 de noviembre, pero esta vez ya bajo el mando del equipo de Sheinbaum Pardo, que ha demostrado ser experto en eventos con miles de acarreados.
Proceso solicitó directamente una entrevista con Sebastián Ramírez para tener su versión de estos señalamientos, pero su única respuesta fue un breve mensaje de texto:
“Como lo comenté en su momento nos faltó organización. Ante esto le ofrecimos una disculpa a la Doctora Claudia Sheinbaum y le propusimos realizar un nuevo evento. Nuestra coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación es muy querida aquí en la Ciudad y hay muchas personas que la quieren ver y estar cerca de ella y por ello estamos trabajando para que el próximo encuentro que tenga con la militancia de la capital sea memorable”.