Juan Alberto Vázquez / Brooklyn
El traficante oriundo de San Miguel Tenancingo, Tlaxcala, Jaime Granados Rendón, fue sentenciado por un juez en Nueva York a pasar 8 años y tres meses a una prisión de la que saldrá en abril del 2028.
En noviembre 14 del 2020 Jaime Granados se declaró culpable de un cargo de obligar a una persona a viajar al extranjero y obligarla a cometer actos sexuales comerciales de prostitución en una conspiración que duró desde octubre de 1998 a diciembre del 2011.
Jaime es responsable de reclutar y/o explotar a Jane Doe 2, Jane Doe 12, Jane Doe 3 y Jane Doe 4, mujeres a las que solía golpear para obligarlas a “trabajar”, un método que fue la marca de la organización a la que perteneció. También aceptó haber enviado a México las ganancias de la prostitución obtenidas en la Gran Manzana.
Antes que se emitiera su sentencia hace unos días en la Corte Federal del distrito este de Nueva York, Granados Rendón fue autorizado a decir unas palabras en las que mostró nula empatía, algo que es muy común en la personalidad de quienes se dedican al tráfico de personas con fines de explotación sexual:
“Quiero pedir perdón a Dios, a usted y al gobierno. Me gustaría decir que yo y las personas que tuvimos esa existencia, la vivimos por la necesidad en la que nos encontrábamos, llegamos a ese punto y tuvimos ese problema”, dijo el proxeneta quien fue detenido en México en 2012 y sentenciado 15 años de los cuales cumplió 8 hasta su extradición a Nueva York en enero del 2020.
“Lo único que pido es que me perdonen todos, particularmente mis hijos, a quienes no veo desde hace 11 años; lamento de todo corazón lo que he vivido”, terminó Jaime Granados en su pequeña exposición.
La juez Kiyo Matsumoto quien ha llevado el caso de este clan a cuyos miembros ha ido sentenciando a cuentagotas, retomó molesta algunas de las ideas expresadas por el acusado:
“Creo que pedir perdón a mi o al gobierno está un poco fuera de dirección”, inició la juez. “Usted maltrató brutalmente a mujeres y las forzó a prostituirse para obtener beneficios y usted dijo que fue forzado a eso, que lo hizo por necesidad”.
Matsumoto recordó los golpes, violaciones y amenazas usadas por padrotes de esta familia para obligar a mujeres vulnerables a trabajar siete días a la semana como prostitutas en Nueva York. “Usted tomó todo el dinero y lo envió a su familia para que se construyeran grandes casas y compraran autos lujosos y continuaran explotando a otras mujeres jóvenes”, continuó. La juez le recordó especialmente el caso de una joven de 17 años enganchada por Jaime, a la que encerró en la casa familiar y luego violó tras obligarla a ingerir alcohol, sin permitirle además hablar con su familia.
“El único perdón que debe pedir es a las víctimas de sus brutales crímenes” alegó tajante la magistrada. “Creo que está nervioso pero arrepentido y le cuesta trabajo expresarse por sus problemas cognitivos” trató de enmendar el abogado de Jaime, John Wallenstein, quien trató de ablandar a la juez contando los problemas que ha tenido el acusado desde que una bala se incrustó en su cabeza tras de un asalto en México. El litigante sumó a su relato las palizas que Jaime ha recibido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn donde ya cumplió tres años y medio de confinamiento.
“Él sufre de dolores de cabeza permanentes y tiene la visión borrosa” observó el abogado para tratar de alcanzar la clemencia de la juez. Fue entonces cuando una de las fiscales que investigó el caso pidió el uso de la palabra para leer una carta enviada por la victima Jane Doe 2:
“Siento dolor de recordar las cosas que Jaime me hizo pasar. Es un recuerdo constante que me ha llevado a vivir en dos vidas: la de adolescente que fue traficada por años y la otra que espera construir una vida normal. Esto me ha traído soledad y depresión al grado de que ya no he podido relacionarme con nadie de nuevo, gracias al dolor que sienten mi cuerpo y mi mente. Son dos mundos separados que me cuesta trabajo conciliar. Aunque trate de sonreír al mundo fingiéndome normal a veces preferiría estar muerta porque siempre estoy herida y viviendo una pesadilla”.
Jane Dos 2 es la misma persona que relató a los fiscales que, luego de ser madre, Jaime Granados la violaba para “curarla”.
Finalmente, la jueza, mediando entre los 20 años que pedía la fiscalía y los 10 que clamaba la defensa, quien además exigía se tomara como crédito los 8 años que estuvo preso en México, determinó que Jaime Granados Rendón, debía pasar 100 meses (8 años tres meses) de prisión que comenzaron a correr desde enero del 2020 y que, sumados al tiempo de su reclusión en México, sumarán un total de 16 años.
Con esta sentencia queda de momento cerrado este dictamen presentado en el 2011 y que trajo a 12 acusados, 4 de ellos ya liberados, dos más que alcanzarán su libertad en el 2024 (Samuel Granados y Ángel Cortes Granados) quedando Jaime Granados Rendón y Paulino Ramírez Granados pendientes para ser liberados en el 2028.
Luego de esa fecha sólo quedará preso Eleuterio Granados Hernández, el más castigado del clan tras haber recibido una sentencia de 22 años y quien será liberado en enero del 2030. Entre todos ellos lograron traer a Nueva York a un total de 14 mujeres, según documentó la Fiscalía, para explotarlas sexualmente.
El trío restante en la acusación, José Granados Rojas, María Beatriz Rendón Corona y Magdalena Hernández Maximiliano nunca fue aprendido por lo que los tres aún mantienen la etiqueta de “prófugos” de la justicia estadounidense.