SIN EMBARGO, escogió el camino más complicado: quiere que el Congreso local -dominado por PRI y PAN– le autorice separarse del cargo, pero pretende ser él mismo quien escoja al interino. Y la Constitución estatal es muy clara al respecto: eso no se puede.
EL ARTÍCULO 122 dice expresamente que si la licencia del gobernador es por más de 30 días (la de Samuel ¡es de 180!), el Congreso nombrará a la persona que se encargará interinamente de la administración estatal. Sin embargo, en su solicitud de licencia, el emecista le “informa” a los legisladores que el secretario de Gobierno se quedará como “encargado de despacho”. Así que todo está puesto para que se dé una disputa jurídica en torno al nombramiento del gobernador Interino.
EL COLMO es que fue el propio Samuel García quien impulsó la actual Constitución de Nuevo León, que fue aprobada en 2022, misma que hoy pretende ignorar.