Salvar a la naturaleza, una abeja a la vez

Salvar a la naturaleza, una abeja a la vez


El equilibrio en la naturaleza es sumamente delicado. La pérdida de un solo eslabón en la cadena de la vida, ya sea un nutriente, una planta o un animal, fácilmente podría desatar un desastre de proporciones planetarias.

Desde hace algunos años, las abejas y los polinizadores se encuentran en el centro de las miradas de los investigadores, debido a su labor crucial en la reproducción de plantas y flores. De hecho, de acuerdo con el Instituto de Ecología de la UNAM, en algunas regiones de China se ha tenido que polinizar a mano campos de cultivo por la falta de estos animalitos.

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“Hay muchas razones por las que son importantes las abejas y los polinizadores. Son importantes porque nos dan las frutas y verduras que consumimos. Gracias a ellas existen un montón de plantas, el 75 por ciento de lo que comemos es gracias a la polinización de las abejas, según datos de la FAO. 

“Solo por eso son importantísimas para nosotros como seres humanos, pero para el medio ambiente son mucho más importantes por los servicios ecosistémicos que hacen. Las más de 20 mil especies de abejas que existen en el mundo son creadoras de vida. Han coevolucionado con las plantas, con las flores, para poder tener biodiversidad”, cuenta Arlette Gómez, fundadora de A de Abeja, proyecto de comercialización de mieles artesanales.

Una lucha contra el hambre

El aumento en las temperaturas que proviene de la deforestación y el uso intensivo de pesticidas y plaguicidas para, irónicamente, producir más alimentos, son dos de los factores detrás de la alta mortalidad de las abejas.

“El riesgo más grande al que se enfrentan las abejas creo que somos los humanos. Comienza con el uso de agrotóxicos, desde la mal llamada Revolución Verde, que surge después de la Segunda Guerra Mundial para alimentar al planeta.

El uso de pesticidas ha puesto en riesgo la existencia de ciertos polinizadores. Foto: Pexels

“Las transnacionales empezaron a patentar las semillas y a tener el control de lo que la gente come, y eso acaba con la biodiversidad por completo. La deforestación es otro riesgo, los apicultores llevan reportando desde al menos cinco años bajas cosechas por todo el calor que se está viviendo, lo cual provoca sequías”, detalla Gómez.

Mediante su firma, especializada en mieles monoflorales creadas por pequeños apicultores de prácticamente todo el país, esta entusiasta de las abejas ayuda a los productores a distribuir su producto y, con ello, a salvar sus colmenas y crear fuentes de empleo.

Tomar conciencia del poder como consumidores

Para Gómez, una de las grandes ventajas que tienes siempre en tus manos es que estamos obligados a consumir para subsistir día con día. Generar un gasto consciente, con todas las implicaciones sociales, ecológicas y, claro, económicas, que tiene, es un gran paso para ayudar al planeta.

“No hay que demeritar el poder que tenemos como consumidores. Todo el tiempo estamos consumiendo, entonces, ¿puedes consumir menos?, ¿puedes consumir algo que sea benéfico para el planeta?

Apoyar a productores locales es una forma de ayudar a la preservación del medio ambiente. Foto: Pexels

“En lugar de gastar tu dinero en un café, que no voy a decir marcas, de una transnacional, ¿por qué no inviertes en un café local? O en lugar de ponerle endulzantes a tu jugo, a tus tés o a tu fruta, lo que sea, ¿por qué no inviertes en una buena miel?”, argumenta.



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