Los amantes de los gatos saben que estos felinos pueden traer alegría y compañía a cualquier hogar. Sin embargo, lo que quizás no sabían es que la ciencia respalda esos sentimientos positivos. Tener un animal en tu casa conlleva una serie de beneficios científicamente demostrados para tu bienestar físico y mental.
Vale mencionar que los gatos son animales bastante cariñosos pero también independientes. En ese sentido, no requieren tanta atención ni espacio como los perros, pues la mayoría tienen una personalidad más calmada y suelen cuidarse ellos solos. Un ejemplo de ello, es el aseo, ya que no necesitan que nadie más los limpie, pues lo hacen ellos mismos.
¿Por qué es importante tener un gato como mascota?
Varios estudios científicos han demostrado que acariciar a un gato o simplemente estar cerca de él puede reducir los niveles de estrés y ansiedad. La interacción con felinos libera endorfinas, las hormonas responsables de hacernos sentir bien. Esto puede ser especialmente beneficioso en momentos de tensión o cuando necesitas un respiro durante el día en tu hogar.
La presencia de un gato en tu hogar puede contribuir a un mejor estado de ánimo. La compañía de estos animales puede aumentar la producción de serotonina, una sustancia química que regula el estado de ánimo. Esto puede ayudar a reducir los sentimientos de tristeza y soledad.
La ciencia también ha demostrado que tener un gato en casa puede aportar beneficios físicos. Estudios han sugerido que la compañía de felinos puede reducir la presión arterial y el ritmo cardíaco. Esto, a largo plazo, puede contribuir a una mejor salud cardiovascular. Puede afirmarse que este animal es una influencia calmante, debido a que no juzga si algo nos sale mal o no se angustia si nosotros lo estamos. Ofrece una presencia constante, libre de las preocupaciones y eso hace que nuestros problemas se esfumen o se tranquilicen.