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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de retroceder en octubre pasado, el consumo privado del país repuntó 0.7% en noviembre, de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El avance mensual fue impulsado por una nueva elevación de 6.3% en el gasto en bienes importados, tras la corrección del mes anterior; le siguieron los servicios, que recuperaron parte del terreno perdido en octubre.
En tanto, el consumo de bienes y servicios de origen nacional aumentó 0.2%.
También a tasa anual, los bienes importados se encuentran a la cabeza ante la normalización en proveeduría de algunas mercancías y la apreciación cambiaria, de acuerdo con el análisis del Banco Ve por Más.
De hecho, el consumo privado en su conjunto creció 5.8% anual en el undécimo mes del año.
“El consumo ha sido apoyado por el bajo desempleo, pese a que rebotó un poco en el mes. Asimismo, la confianza del consumidor se ubicó en 47.2 unidades, su mayor nivel desde inicios de 2019. Lo anterior más que compensó la erosión en el poder adquisitivo de las familias ante la aceleración en la inflación (4.32% anual) y la caída en el valor de las remesas en pesos (-8.0% en su comparación anual)”, explicó el análisis.
De acuerdo con Ve por Más, en los primeros meses de 2024, el consumo todavía exhiba una inercia positiva, apoyado por el bajo desempleo y el crecimiento en salarios.
“Posteriormente, sin embargo, en un entorno de desaceleración económica, estimamos que el mercado laboral pierda algo de fuerza.”
Por otro lado, acotó, “estimamos que la inflación y las tasas de interés, aunque bajarían algo en el año, se mantendrán elevadas, erosionando el poder de compra y restringiendo el acceso al crédito para los hogares”.
Finalmente, si se moderaran la actividad económica y el empleo en los Estados Unidos, en México se limitaría la captación de remesas.
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