La aromaterapia utiliza el poder de los aceites esenciales, pues son un complejo concentrado de moléculas aromáticas fuertemente volátiles y sirven para dar equilibrio.
Hay que recordar que un aceite esencial es la esencia destilada o extraída (en el caso de los frutos de cítricos) de plantas y árboles aromáticos.
Las moléculas que componen estos aceites esenciales son principios activos que ejercen distintos efectos terapéuticos, por lo que te dejamos cinco esencias que te ayudarán a liberarte del estrés.
Naranja dulce
Ofrece una esencia muy apreciada por su fragancia. Su valor terapéutico es relativamente flojo aunque resulta indudablemente relajante, es ligeramente antiséptica, calma y favorece el sueño. Se puede usar, además, para aromatizar postres y bebidas frías o calientes.
Bergamota
Es muy apreciada por su fragancia fresca, chisposa y alegre. La llaman la esencia del buen humor y se usa mucho en perfumería, sobre todo para la elaboración de aguas de colonia frescas o para aromatizar el conocido té Earl Grey. Muy útil en caso de estrés, agitación e insomnio.
Mandarina
Resulta útil para moderar el sistema nervioso central. Actúa como relajante y sedante, calma a niños agitados y les ayuda a conciliar el sueño.
También es útil en caso de angustia. Se puede añadir un par de gotas a un yogur natural o una compota de frutas tanto para un efecto calmante como para disfrutar de un intenso sabor natural.
Lavanda
Su aceite esencial es uno de los más indicados repara tratar desórdenes de origen nervioso. Relaja los músculos, calma los nervios, alivia la sensación de dolor y resulta antiespasmódico. Desbloquea el plexo solar y es muy eficaz para insomnes.
Lavandín súper
Proviene de una planta híbrida fruto del cruce natural entre la lavanda y el espliego. Tiene propiedades antiestrés, favorece el sueño y constituye un excelente relajante muscular.