El Ejército de Israel aseguró que ha retomado “con toda su fuerza” la ofensiva sobre la Franja de Gaza, donde este sábado mató a un comandante de Hamás, mientras se agrava el desastre humanitario en el enclave palestino, con más de 15 mil 200 muertos y cerca de 2 millones de desplazados.
Las tropas israelíes retomaron los combates “con toda su fuerza” y “exactamente” donde los habían dejado, tras la ruptura el viernes de una tregua entre Israel y el grupo islamista Hamás que duró siete días, dijo el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Según él, los resultados de sus tropas han sido “muy impresionantes”, con “miles de terroristas eliminados, decenas de cuarteles generales atacados, cuantiosa información recabada, y cientos de terroristas capturados y siendo interrogados en Israel”.
El Ejército israelí informó que este sábado, gracias a información de inteligencia, mató a Wesam Farhat, comandante del Batallón Shejaiya de Hamás, responsable de la muerte de seis soldados y de enviar milicianos de élite a perpetrar las matanzas del 7 de octubre en el kibutz Nahal Oz, en el sur israelí.
Farhat fue uno de los autores intelectuales de un ataque en 2002 en el que murieron cinco civiles israelíes y de otro ataque con misiles antitanque en 2011 contra un autobús civil en Nahal Oz, en el que murió un niño israelí.
En 1995, fue detenido antes de que pudiera perpetrar un ataque suicida en Israel y estuvo preso diez años, pero al volver a Gaza, trabajó en la producción de cohetes para Hamás, aseguró un vocero del Ejército.
Por otro lado, los soldados israelíes destruyeron túneles de Hamás en Jabalia, en el norte del enclave palestino, uno de ellos situado en el patio de una escuela y otro en la casa de un miembro de la fuerza naval de Hamás.
También “neutralizaron a terroristas” y se apoderaron de una gran cantidad de equipo militar, incluidas armas, granadas, explosivos, lanzadores y municiones, abundó el vocero castrense.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reafirmó que continuará su “guerra justificada” pese a una creciente presión internacional por un cese el fuego, ante la profunda degradación de la situación humanitaria en la Franja.
“La ocupación israelí continúa ampliando sus ataques contra civiles tras el fin de la tregua, y no ha dejado ni un centímetro en la Franja sin bombardeos“, dijo Ashraf al Qudra, vocero del Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
Solo en las primeras 36 horas después del fin de la tregua, 193 gazatíes murieron y otros 652 resultaron heridos en “decenas de masacres israelíes”, denunció.
En total, desde que inició la guerra, suman 15 mil 207 muertos y 40 mil 652 heridos, de los cuales el 70% de las víctimas son niños y mujeres.
La mayoría de los hospitales en el enclave han colapsado y no pueden atender al creciente número de heridos y pacientes con padecimientos respiratorios, cutáneos y otras enfermedades infecciosas, debido al hacinamiento que ha dejado el desplazamiento forzado de 1,8 millones de gazatíes -el 80% la población total- en pleno invierno y en medio de una grave escasez de agua, alimentos, medicinas y electricidad.
Thomas White, director de operaciones en Gaza de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, dijo que una de las escuelas de la institución, que alberga a 6 mil personas teniendo capacidad para 1,500, presenta un brote de hepatitis.
“Cada día perdemos un número cada vez mayor de enfermos y heridos debido a la falta de tratamiento“, y los poco hospitales que quedan atienden a los heridos en el suelo, dijo Al Qudra.
La tasa de ocupación de camas hospitalarias alcanzó el 171%, una cifra que se eleva a 221% en las unidades de intensivos. Además, 55 ambulancias quedaron inservibles por ataques israelíes.
También, 280 miembros del personal sanitario han muerto y cientos de ellos han sido heridos por los ataques de tropas israelíes, que mantienen detenidos a 31 trabajadores sanitarios “bajo tortura, abusos, hambre y sed”, según Al Qudra, entre ellos Muhamad Abu Salamiya, director del Hospital Al Shifa, donde el Ejército israelí encontró infraestructura de Hamás.
Solo 389 pacientes, incluidos 358 heridos y 31 enfermos con tumores, han podido abandonar la Franja para ser atendidos en el extranjero.
La guerra estalló el 7 de octubre tras un ataque de Hamás que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes hacia Israel y la infiltración de unos 3 mil milicianos que masacraron a unas 1,200 personas y secuestraron a otras 240 en aldeas israelíes cercanas a la Franja. (EFE)