FUE EVIDENTE que Claudia Sheinbaum estuvo ensayando cómo mantenerse en su papel de puntera y no caer en las provocaciones. No le apostó al carisma, ni a las grandes propuestas: muy disciplinada, se ciñó al guion que tenía establecido. Y de ahí no se movió.
EL EMECISTA Jorge Álvarez Máynez dijo “¡fuera máscaras!” y tomó su lugar en el escenario como aliado de la 4T. Fue el encargado de atacar a Xóchitl Gálvez. Y si bien criticó en algunos momentos a Morena y al gobierno federal, fue muuuy cuidadoso de no tocar a Sheinbaum ni con el pétalo de un cuestionamiento.
DEL OTRO LADO, Xóchitl Gálvez quedó atrapada entre tres fuegos: el de Claudia, el de Máynez y el de sus propios nervios al inicio. Logró recomponerse para la segunda hora… cuando ya el debate se había descarrilado convirtiéndose en un ejercicio poco útil -e interesante- para el electorado.