En ocasiones, experimentamos cansancio, sensación de peso en la cabeza y falta de energía, lo que dificulta la concentración y por lo regular nos hace sentir estancados. Algunas personas han generado teorías de las causas, desde una desvelada o falta de vitaminas, hasta una pelea en el trabajo o pareja; sin embargo, desconocemos a ciencia cierta por qué podemos llegar a sentirnos de ese modo.
Según especialistas que se han dado a la tarea de analizar este fenómeno, es posible que estemos siendo afectados por el “vampirismo energético”, un fenómeno en el que una persona se “alimenta” de la energía de otra en cualquier ámbito, ya sea familiar, laboral, académico o social.
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¿Cómo identificar un vampiro energético?
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Psychoanalytic Psychology, estos “vampiros” pueden ser difíciles de identificar debido a que suelen comportarse de manera amable. Además, no son conscientes del impacto que tienen en las otras personas, ya que están lidiando con sus propios problemas. A continuación, se presentan tres formas de saber si estás lidiando con un “vampiro energético”
- Si te sientes constantemente culpable, es posible que estés siendo manipulado emocionalmente. Los manipuladores utilizan la lástima y la culpa como tácticas para controlar a los demás. Pueden recurrir a arrebatos emocionales o historias tristes para despertar la simpatía y la compasión de los demás.
- Si te sientes menospreciado, es posible que estés siendo víctima de un “vampiro energético”. Estas personas desarrollan una necesidad de ejercer dominio sobre los demás, lo que los lleva a ser excesivamente críticos. Los narcisistas y los tipos de personalidad “dramáticos” también pueden menospreciar a los demás para sentirse mejor consigo mismos.
- Si se aprovechan fácilmente de ti es posible que tengas altos niveles de ansiedad, empatía y compasión. Un estudio publicado en el Journal of Business Research encontró que las personas con estas características tienden a buscar la compañía de aquellos que son más dominantes, lo que los convierte en un blanco fácil para los “vampiros de energía”.
Cabe mencionar que aunque lo “vampiros energéticos” no se den cuenta que hacen daño, su comportamiento sí puede tener un impacto significativo en los demás.