Pese al complejo escenario económico global, México ha levantado la mano como un importante destino para las inversiones en todo el mundo, destacando su ubicación estratégica con Estados Unidos, múltiples acuerdos comerciales, finanzas sanas y recursos naturales. Sin embargo, también enfrenta obstáculos que tendrá que enfrentar en los próximos años, tales como, regulación, infraestructura, inseguridad, incertidumbre jurídica y creación de empleo bien pagado.
De acuerdo al dato más reciente, hasta septiembre del año pasado habían ingresado 32,000 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED), de los cuales 2,800 millones de dólares (el 8%) correspondió a nuevas inversiones, o sea, de aquellas empresas que tocaron suelo mexicano por primera vez. Aunque este no es un dato menor, lo cierto es que aún no representa la promesa y el potencial estimado por las autoridades.
Para diversos analistas, el tema de la gobernanza es un obstáculo muy importante para la llegada de inversiones, ya que una baja certidumbre jurídica detiene a las empresas a invertir cuando no se ofrecen garantías a largo plazo. Recordemos que 2024 es año electoral y el desarrollo de las campañas y una elección ordenada y confiable, ayudará a incrementar la confianza.
Mucho se ha escrito sobre el nearshoring, la relocalización de empresas que salen de China y Asia y buscan reubicar sus cadenas de suministro cerca del gran consumidor que es Estados Unidos. Ahí es donde México debe capitalizar.
Cada vez son más los CEOs de empresas en México que consideran que uno de los retos a vencer con la relocalización, es la creación de mano de obra calificada y al mismo tiempo frenar la salida de trabajadores que miran a otros países en busca de mejores salarios.
De acuerdo con el banco de inversión UBS, aún en el actual escenario de altas tasas de interés, la economía mexicana mantuvo un incremento en sus previsiones en 2023, impulsada por un repunte en la inversión privada, las normas del T-MEC y las políticas fiscales estadounidenses favorables al nearshoring.
El impulso predominante para el auge de la inversión procede del sólido repunte de la inversión privada. Dicho esto, otra parte del aumento se debe al progreso continuo de proyectos públicos como el Tren Maya, el interurbano México-Toluca, las estaciones para conectar el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la renovación de las líneas 1 y 12 del metro de Ciudad de México y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Actualmente, el auge de las inversiones en México se debe al aumento del gasto en maquinaria y equipo, principalmente al crecimiento en la construcción no residencial, sector al que se han destinado muchas inversiones públicas. Además, la atracción de inversiones podría seguir creciendo con nuevos incentivos fiscales para que empresas en sectores clave como las manufacturas y la industria exportadora se instalen en el país con menores tasas de impuestos.
Para diversos organismos empresariales como el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (index), el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), de continuar con la tendencia del nearshoring se podría duplicar la llegada de inversión extranjera y el crecimiento de la economía en los próximos años, alcanzando niveles superiores al 1% mensual y superando los 40,000 millones de dólares.
Para empresarios e industriales, el nearshoring debe generar su aprovechamiento óptimo gracias a siete pilares: simplificación administrativa, certeza jurídica, infraestructura, seguridad, desarrollo regional, fortalecimiento de la educación y competencias laborales.
Por su parte, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló recientemente, que México debe elaborar una estrategia de atracción de inversiones impulsada desde el ámbito local, ya que, el fenómeno de la relocalización de las empresas “es una oportunidad única para potenciar el crecimiento sostenible de los estados”.
De acuerdo con su Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2023, el IMCO indicó que la Ciudad de México es la entidad con más sectores productivos, pero estados como Querétaro, Nuevo León y estados fronterizos se encuentran en números encima del promedio, destacando en servicios financieros, seguros, comercio al por mayor e industrias manufactureras.