El ballet es considerado por muchos como la danza más bella de todos y de la “madre” de muchas otras corrientes del baile, pero más allá de su historia, que se remonta a siglos pasados en los que ni siquiera se hacían uso de las puntas, también es el “sueño frustrado” de muchas personas, especialmente de las mujeres. Pues al ser sinónimo de feminidad, delicadeza y elegancia, no sorprende que muchos quisieran aprender cada movimiento para lucirse y darle voz al cuerpo por medio de cada paso.
Sin embargo, muchas personas dejaron sus esperanzas al iniciar en el ballet únicamente durante la infancia, pues uno de los mitos más comunes que existen sobre el ballet es que es un tipo de danza que sólo se puede practicar cuando se es niño para iniciar por profesionalismo y lograr esos pasos impresionantes que además de flexibilidad, requieren de fuerza. Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que las adultos, incluso después de los 50 años, se pueden meter a clases para aprender de este arte.
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¿Puedo practicar el ballet después de los 50 años?
Así que si al ver presentaciones en vivo o fotos y videos en redes sociales de las bailarinas haciendo cosas impresionantes, lo primero que se te viene a la mente es si puedes iniciar en el ballet después de los 50 años, la respuesta es que sí. Y es que como te adelantábamos, es un mito que para aprender los fundamentos de esta danza es indispensable haber iniciado en la infancia, ya que en realidad se puede comenzar a aprender sin importar la edad, aunque eso sí, hay algunas advertencias.
Lo primero y más importante es que no esperes que al llegar a tu primera clase te posarás con las famosas zapatillas de punta, pues para esto hace falta tiempo para ganar fuerza en los tobillos, pies e incluso en los dedos para sostener tu peso sin hacerte daño. Mientras que, la segunda preocupación de quienes tomarán una clase de ballet por primera vez en sus vidas es que no tienen la flexibilidad para hacer un split o spagat, tan solo por mencionar algunos.
Antes de lograr las posturas y el baile más sorprendente es indispensable que primero aprendas y domines la técnica que es necesaria en las piernas y en los brazos; además descubrirás que la fuerza en todo tu cuerpo es clave, así como la rotación de ciertos músculos con los que lograrás conseguir que los talones y tobillos siempre vayan al frente, tan solo por señalar algunos ejemplos.
Por supuesto, esto te ayudará a tener mayor confianza y seguridad en ti misma, así como a sentirte más cómoda con tu figura, eso sin mencionar la larga lista de beneficios que tiene el practicar el ballet y el ejercicio que implica. Algunos de los puntos más importantes a destacar son:
- Fuerza en todo el cuerpo
- Ganar flexibilidad
- Abdomen firme
- Reducir los altos niveles de estrés
- Tener unos tobillos fuertes con los que evitarás lesiones
- Brazos firmes
- Mejoría en tu equilibrio
- Una postura impecable
¿Cómo cambia mi cuerpo con el ballet?
Tal y como te adelantábamos, el ballet implica un cambio en el cuerpo entero, así que no deberás de sorprenderte al descubrir que tus piernas y pies están más fuertes que nunca de tanto realizar plié y relevé, ya sea desde la barra, la barra al piso o en el centro para mejorar tu equilibrio y fuerza. Pero esto solo es una pequeña parte, ya que esta danza también busca alargar el cuerpo y lucirlo elegante, por lo que la postura también se ve mejorada al:
- Tener la espalda estirada
- El cuello alargado
- Los hombros abajo y alargados
- Las costillas cerradas
- La cadera nivelada
Y no hablar de los brazos que al mantenerse fuertes y quietos en la primera, segunda, tercera, cuarta o quinta posición, y en muchas ocasiones acompañados por polainas para darle peso y aumentar la intensidad, podrás despedirte de las molestas “alas de murciélago” que comienzan a aparecer cerca de los 50 años.
Después de conocer los beneficios del ballet y de todo lo que puede hacer en tu cuerpo, ¿estás lista para tomar tu primera clase?