Decía el escritor Italo Calvino que, al acercarte a una ciudad, debes hacerlo siempre con los ojos nuevos, aunque ya la conozcas desde hace tiempo, para conservar ese ánimo de descubrimiento.
Eso me pasa casi siempre con Puebla. La primera vez que llegué a la ciudad, con fama de haber sido trazada por los ángeles, pensaba que era una exageración, pero bastan unos cuantos minutos en la Angelópolis para saber que, incluso, la descripción puede quedarse corta.
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Las calles de su Centro Histórico, perfectamente cuadradas, sus muchas casas que datan de la Colonia y el bullicio de sus calles, se complementan como en una agradable sinfonía de colores y aromas.
Visitar Puebla es renovar la mirada para dejarse sorprender por la riqueza europea y de los pueblos originarios, la cual sirvió como base para una ciudad completamente nueva que cuenta en piedra su propia historia.
01:00 Zócalo y Catedral de Puebla
En una ciudad que destaca por su religiosidad, el inicio del recorrido debe darse desde el corazón de su fe, la Catedral de la Inmaculada Concepción. Su edificación comenzó en 1536, apenas 15 años después de la caída de Tenochtitlán.
Como muchas de las construcciones de la época, su culminación tardó muchas décadas y un personaje fue clave para ello, el obispo Juan de Palafox, de quien hablaremos un poco más tarde. La espera valió la pena: este templo es una de las muestras más hermosas del barroco novohispano, con 14 capillas laterales y su espectacular Altar de los Reyes.
Saliendo de la frescura del templo, se encuentra el Zócalo de la ciudad. También conocido como plaza principal y donde durante tres siglos, entre 1531 y 1830, se instaló el tianguis local, está flanqueado por portales llenos de cafés, restaurantes y otros comercios donde puedes pasar el rato tranquilamente.
Aprovecha tu paso por el corazón de la ciudad para echar un vistazo en su Palacio municipal. Instalado en el mismo sitio donde se fincaron las Casas Reales, dedicadas a la administración de la ciudad en el siglo 16, es un verdadero tesoro arquitectónico.
- Catedral Metropolitana de Puebla. 16 de septiembre sin número, Centro Histórico. Lunes a sábado, 9:00 a 13:00 y 16:00 a 20:00 horas. Entrada libre
- Zócalo. Juan de Palafox y Mendoza sin número, Centro Histórico. Entrada libre
- Palacio Municipal. Juan Palafox y Mendoza 14, Centro Histórico. Lunes a viernes, 9:00 a 17:00 horas. Entrada libre
01:00 Biblioteca Palafoxiana
Uno de los religiosos más queridos en la capital poblana, por la huella que dejó en la ciudad, es el obispo Juan de Palafox y Mendoza. Fue uno de los máximos impulsores de la cultura en la ciudad y, en buena medida, a él se debió la conclusión de la Catedral.
Otra de sus aportaciones es tan grande que ha sido considerada como Monumento Histórico por el gobierno mexicano. Se trata de la llamada Biblioteca Palafoxiana, la primera institución de su tipo fundada en América.
Abierta desde 1646, cuando Palafox y Mendoza donó su impresionante colección de 5 mil títulos, se trata de un paraíso para cualquier bibliófilo. En su acervo hay decenas de primeras ediciones, incunables y textos históricos, la mayoría de ellos disponibles para todo público.
Desde 2005, la Unesco integró a este recinto en su programa Memoria del mundo y cuenta con espacios para toda la familia, incluyendo una sala infantil donde puedes despertar el interés de los niños por los libros.
- Biblioteca Palafoxiana. 5 Oriente 5, Centro Histórico. Martes a jueves, 10:00 a 17:00 y viernes a domingo, 10:00 a 18:00 horas. $45, martes y domingo entrada libre
01:00 Callejón del Sapo
Se dice que, durante la Colonia, esta zona de la ciudad sufría de inundaciones, por lo que habitantes de la región decidieron poner molinos para aprovechar el agua. Lo que no calcularon es que, con ellos, proliferarían los sapos.
Aunque actualmente el único sapo que queda es el de la fuente al centro de la plazoleta, este pequeño andador se consolidó con el tiempo como la zona dedicada a la bohemia y al comercio del arte en la Angelópolis.
Todos los domingos, este callejón recibe al llamado Tianguis del arte, donde puedes encontrar desde artesanías hasta antigüedades, desde monedas hasta pinturas originales y todo a un buen precio.
Si te da sed, a unos cuantos pasos se encuentra La Pasita, una tradicional licorería famosa por su bebida a base de pasas y servida con un cubo de queso, la cual es servida en un caballito y con una graciosa leyenda, que indica el número de cuadras que vas a resistir antes de caer fulminado.
- Callejón de los Sapos. 6 Sur, entre las calles 3 Oriente y 7 Oriente, Centro Histórico. Entrada libre
- La Pasita. 5 Oriente 602, Centro Histórico. Jueves a lunes, 13:00 a 18:00 horas. Consumo promedio, $100
01:00 ¡A comer!
La gastronomía poblana tiene una fama bien ganada por su diversidad y calidad. La mezcla de la mejor cocina conventual, con los saberes de los pueblos originarios y la fértil tierra de la región, se combina en sabores que provocan verdadera pasión en los paladares.
Entre los sitios más tradicionales para comer en Puebla, se encuentra el famoso Mural de los Poblanos. Instalado en una impresionante casona del siglo 17, su menú incluye platillos emblemáticos como las cemitas o el famoso mole poblano.
Si lo que quieres es algo más moderno, la opción es el restaurante Áttico 303, en el cual las nuevas técnicas son empleadas para refrescar las recetas más tradicionales. El mole de zapote negro y el mole verde son propuestas que no debes dejar pasar.
Si lo que quieres es garnachear, no hay nada como pasear por las calles aledañas al Zócalo, donde podrás encontrar desde las típicas chalupitas, una especie de sopes con queso y salsa, las momias, salchichas envueltas con tocino, o las tortitas de Santa Clara, una galleta con dulce de pepita de tradición colonial.
- Mural de los Poblanos. 16 de septiembre 506, Centro Histórico. Domingo a jueves, 8:00 a 23:00 y viernes y sábado, 13:00 a 23:30 horas. Consumo promedio, $300
- Áttico 303. 16 de septiembre 303, Centro Histórico. Lunes a miércoles, 9:00 a 22:00; jueves a sábado, 9:00 a 00:00 y domingo, 9:00 a 20:00 horas. Consumo promedio, $350
02:00 Zona Histórica de Los Fuertes
Los fuertes de Loreto y Guadalupe fueron las posesiones más preciadas durante la histórica batalla del 5 de mayo, donde las tropas zacapoaxtlas al mando del militar texano Ignacio Zaragoza lograron contener el avance del ejército francés, inglés y español.
Actualmente, esta zona concentra una importante oferta cultural que, si bien amerita un día por sí misma para disfrutarla a plenitud, puede hacerse de forma breve. Así, te recomiendo comenzar por el Museo Interactivo de la Batalla del 5 de Mayo, donde conocerás todo sobre esta fecha histórica.
Si lo que te atrae es conocer de dónde venimos, una visita rápida al Museo de la Evolución, con su espectacular colección de especímenes, los cuales incluyen dinosaurios, es ideal para este paseo.
Al final, un recorrido por el espectacular Teleférico poblano, desde donde podrás ver como los mismísimos ángeles esta hermosa ciudad, es una manera ideal de despedirse de una de las capitales más bonitas del país.
- Museo Interactivo de la Batalla del 5 de Mayo. Ejército del Oriente sin número, Moctezuma. Martes a domingo, 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre
- Museo de la Evolución. Ejército del Oriente y Ocotal sin número, Moctezuma. Martes a jueves, 10:00 a 17:00 horas, viernes a domingo, 10:00 a 18:00 horas. $45, domingo entrada libre
- Teleférico. 44 Oriente 204, Moctezuma. Martes a domingo, 10:30 a 21:30 horas. $30 viaje sencillo, $50 viaje redondo