Cada vez son más las mujeres dentro de la industria cinematográfica que se atreven a contar su historia de abuso, haciéndonos saber que su carrera se encuentra plagada de horribles vivencias que quedaron silenciadas por muchos años, pero ya no más. Un reciente ejemplo de ello es Molly Ringwald, la icónica actriz de los años 80 conocida por sus papeles en películas emblemáticas como “El club de los cinco“, “Dieciséis velas” y “La chica de rosa”.
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Molly Ringwald; un legado cinematográfico bajo la sombra del abuso
Si bien su carrera se encuentra llena de papeles inolvidables, la actriz reveló recientemente la sombría realidad detrás de su fama en Hollywood. Fue a través de una entrevista con Marc Maron en su popular podcast “WTF” (da clic AQUÍ para escucharlo), que Molly Ringwald abordó sus experiencias en la industria del entretenimiento, destacando los peligros y abusos a los que se enfrentan las jóvenes actrices.
Durante la entrevista, la actriz confesó que, a pesar de su naturaleza introvertida y su preferencia por evitar el estilo de vida fiestero de sus contemporáneos, no pudo escapar de los depredadores de la industria. “Oh, se aprovecharon de mí. No puedes ser una joven actriz en Hollywood y no tener depredadores alrededor”, declaró, reafirmando que la industria del cine se ha encontrado llena de machismo desde hace muchos años.
También, Molly expresó su preocupación por la seguridad de su hija Mathilda, quien a sus 20 años está iniciando una carrera en la actuación. Y es que a pesar de que ha intentado disuadirla de cambiar de profesión, Mathilda parece estar muy decidida a seguir su propio camino. “Es aterrador”, admitió Ringwald, al reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las jóvenes actrices en la actualidad.
El movimiento MeToo fue una bandera de cambio
De la misma forma, durante el podcast, la actriz recordó con incomodidad ciertas escenas de sus películas, como una en “Dieciséis velas”, donde el personaje de Jake Ryan sugiere “aprovecharse” de una chica borracha, pensamiento que hace algunos años era difundido ampliamente sin importar que haya contribuido a la cultura de la violación. En otra entrevista realizada en el 2018 con NPR, Molly ya había destacado la evolución de la sociedad respecto a estas temáticas: “los tiempos eran diferentes y lo que era aceptable entonces definitivamente no lo es ahora, y tampoco debería haberlo sido entonces”.
Y si bien hablar de los abusos dentro de la industria del cine es un comienzo para romper estos patrones machistas, Molly Ringwald también ha sido una voz activa en el movimiento MeToo. Y es que en otro artículo de 2018 para The New Yorker, compartió su perspectiva sobre cómo las actrices de los 80 eran tratadas y representadas en el cine, afirmando que “las comedias adolescentes exitosas de la época fueron escritas por hombres para chicos; las pocas mujeres en ellas eran o ninfómanas o matriarcas”, lo que marcó a toda una generación con estereotipos sexistas que siguen reproduciéndose hasta el día de hoy.
Actualmente, Ringwald está comprometida con la lucha por una representación más respetuosa y precisa de las mujeres jóvenes en la gran pantalla. Reconoce los problemas inherentes a las películas en las que participó y aboga por un cambio significativo en la industria. “Los tiempos han cambiado”, afirma, y con ello, la necesidad de erradicar las prácticas abusivas y crear un entorno más seguro para las futuras generaciones de actrices.
Es así como el testimonio de Molly Ringwald es un recordatorio poderoso de los retos persistentes en Hollywood y la necesidad de reformas estructurales. Las revelaciones de figuras públicas como ella son cruciales para visibilizar el problema y fomentar un cambio real.