El portaaviones estadounidense USS Theodore Roosevelt, de propulsión nuclear, llegó el sábado al puerto de Busan, al sureste de Corea del Sur, en una muestra de fuerza tras la cumbre esta semana entre Moscú y Pionyang.
El portaaviones entró en la base naval de Busan, a 320 kilómetros de Seúl, a primera hora del sábado, según informó la Marina surcoreana, junto con el destructor USS Halsey equipado con un navío Aegis, de 7,600 toneladas.
La de ayer supone la primera llegada de un portaaviones estadounidense a Corea del Sur en siete meses desde la visita del USS Carl Vinson en noviembre, también la primera escala en Busan del USS Theodore Roosevelt, que participó en un ejercicio naval trilateral entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón en abril.
La llegada se produce días antes de que las tres naciones celebren su primer ejercicio multidisciplinar trilateral a finales de este mes, conocido como Freedom Edge, y en medio de los esfuerzos por reforzar la cooperación en cuestiones se seguridad contra posibles amenazas de Corea del Norte.
Estados Unidos y Corea del Sur ya realizaban ejercicios parecidos bajo el nombre de Freedom Shield, en los que buscarían ahora involucrar también a Japón.
La llegada del portaaviones se produce después de que esta semana, el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente ruso, Vladímir Putin, mantuvieran una cumbre en la capital norcoreana en la que marcó la primera visita del mandatario de Moscú al hermético país en más de 24 años.
En este contexto, firmaron un “Acuerdo Integral de Asociación Estratégica” que reemplaza a los acuerdos bilaterales sellados hasta ahora por Moscú y Pionyang, que exige a ambas partes no firmar pactos con terceros países que infrinjan los intereses fundamentales del otro ni participen en tales actos.