La piel es considerada el órgano más grande del cuerpo humano, por lo que resulta de suma importancia cuidarla y mostrar las atenciones necesarias para cada requerimiento en específico dependiendo del tipo de piel de cada persona, por ejemplo, hay quienes tienen piel grasa, mixta o seca, pero en la mayoría de los casos, cualquiera que sea tu tipo de piel, tienden a resecarse con el frío.
Sin importar cuáles sean tus características de la piel, es importante considerar que todas las estaciones del año y temporadas causan estragos en la piel, por ejemplo, en verano el sol es el mayor enemigo y hay que tener una buena barrera de protección a los rayos ultravioleta, pero el frío también daña la piel y es importante cuidarla, especialmente en invierno.
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¿Por qué la piel se reseca en invierno?
Nuestras manos y rostro tienden a resecarse en invierno debido a factores climáticos específicos, como la baja humedad y las temperaturas en descenso, en donde la piel se reseca debido a que estos elementos contribuyen a la pérdida de humedad, lo que puede llevar a la sequedad y a problemas como grietas y descamación.
Es dentro de este contexto, en donde ya enfrentamos bajas temperaturas en la mayoría de las entidades en México, que te compartimos una rutina de prevención y cuidado para mantener la piel hidratada durante la temporada invernal.
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¿Cómo cuidar la piel del frío y evitar que se seque?
Lo más importante es la hidratación, para ello, usa cremas hidratantes más espesas y ricas en ingredientes como la manteca de karité o el aceite de coco. Una vez que elijas tu método preferido, aplica el producto inmediatamente después de bañarte para sellar la humedad y así evitar la piel seca.
*En estos días de invierno podría parecer una excelente opción optar por duchas muy calientes para evitar el frío al menos por un momento, sin embargo, debes elegir duchas tibias en lugar de baños calientes, ya que el agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, al tiempo que debes limitar el tiempo en la ducha para evitar la deshidratación de la piel.
El último, pero esencial paso, es tener un buen cuidado ante el Sol, pues aunque sea invierno, debes de seguir aplicando protector solar, especialmente en áreas expuestas al sol, esto debido a que la radiación UV puede afectar la piel incluso en días nublados y, recuerda mantenerte hidratado desde adentro bebiendo suficiente agua durante el día.
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