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La canadiense Summer McIntosh, de tan sólo 17 años, presentó su candidatura al título ‘reina’ de la piscina de los Juegos Olímpicos París 2024, tras lograr su tercera medalla, dos de ellas en oro, en la capital francesa, al imponerse este jueves en la final de los 200 metros mariposa con un tiempo de 2:03.03 minutos, nuevo récord olímpico.
Una prueba en la que a diferencia de lo sucedido en los 400 metros estilos, en los que McInstosh aventajó en casi seis segundos a su más inmediata perseguidora, debió pelear hasta los últimos metros para alzarse con el triunfo.
Tal y como reflejaron las 81 centésimas en las que aventajó la estadounidense Regan Smith, que como ya le ocurrió hace tres años en Tokio 2020, debió volverse a conformarse con la medalla de plata tras tocar la pared con un crono de 2:03.84 minutos.
Completó el podio la china Yufei Zhang, campeona olímpica, que se vio relegada dos puestos en el podio y se colgó la medalla de bronce con una marca de 2:05.09 minutos.
Precisamente fue la nadadora la encargada de desatar las hostilidades con una rapidísima puesta en escena que el permitió liderar la final durante los primeros cien metros, seguida, eso sí, de cerca por Summer McIntosh que marchaba con 16 centésimas de retraso.
Una ventaja insuficiente para contener el acelerón de la canadiense que afrontó el último largo con una ventaja de 73 centésimas sobre una Zhang que comenzaba a dar muestras de agotamiento y de 80 sobre la estadounidense Regan Smith.
Pero pese a los intentos por acercarse por parte de estadounidense la joven Summer McIntosh no cedió ni un milímetro y mantuvo su renta hasta el final para colgarse su segundo oro en París.
Douglas sube a lo alto del podio
La estadounidense Kate Douglass logró, por fin, subir a lo más alto del podio y tras ser plata en los Mundiales de Doha 2024 y Fukuoka 2023 y bronce en los de Budapest 2022, se proclamó este jueves nueva campeona olímpica de los 200 pecho.
Una medalla de oro que parecía destinada a la sudafricana Tatjana Smith, la ganadora hace tres años en Tokio 2020 y que ya se había impuesto en la final de los 100 metros en estos Juegos Olímpicos.
Pero una nueva derrota no entraba en los planes de Douglass, que ya había dejado patente su buen momento de forma tras firmar el mejor crono de las semifinales con un marca de 2:19.74 minutos.
Una actuación que lleno de confianza a la estadounidense para resistir la veloz puesta en escena de la sudafricana que completó los primeros cincuenta metros de la prueba con una ventaja de 23 centésimas sobre Kate Douglass.
Diferencia que la norteamericana enjugó en el segundo largo para situarse en una primera posición que ya no abandonaría más, pese a los intentos de la sudafricana Tatjana Smith por recuperar el liderato de la prueba.
Una emocionante disputa que se decantó finalmente del lado de la estadounidense que con un tiempo de 2:19.24 minutos se impuso por 36 centésimas a la nadadora africana, que se debió conformar con la plata con una marca de 2:19.60.
Completó el podio la neerlandesa Tes Schouten, la mujer que venció a Douglass en los Mundiales disputados el pasado mes de febrero en Doha, que logró el bronce con un crono de 2:21.05 minutos.
Guía Titmuts a australianas al récord olímpico
Australia cumplió con los pronósticos y liderada por una sensacional Ariarne Titmus se colgó la medalla de oro en la prueba del relevo femenino de 4×200 metros libre con nuevo récord olímpico, incluido, tras firmar un tiempo de 7:38.08 minutos.
Un triunfo que prácticamente se daba por descontado para el conjunto oceánico dada la presencia en el cuarteto de Mollie O’Callaghan y Ariarne Titmus, que además de ganar el oro y la plata en los 200 metros libres en la capital francesa son las poseedoras de las dos mejores marcas de todos los tiempos.
Pero si O’Callaghan, que nadó la primera posta en 1:53.52 minutos, dejó a las australianas con un segundo de ventaja sobre el conjunto chino, que tras los primeros 200 metros ocupaba la segunda posición, la actuación de Lani Pallister y, sobre todo, de Brianna Throssell, hizo planear la posibilidad de la sorpresa.
De hecho, Australia arrancó la última posta con tan sólo 33 centésimas sobre el equipo estadounidense.
Una exigua diferencia que se encargó de hacer crecer exponencialmente una sensacional Ariarne Titmus que con un parcial de 1:52.95 en los últimos 200 metros permitió a las ‘aussies” imponerse finalmente por 2.78 segundos a Estados Unidos, plata.
Completó el podio con un tiempo de 7:42.34 minutos el equipo de China, campeón hace tres años en Tokio, que no sólo se vio relegado de la primera a la tercera plaza, sino vio como Australia le arrebataba por más dos segundos el récord olímpico que logró en la capital japonesa.
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