No lo sabes, pero estos 11 hábitos que repites todos los días sin darte cuenta te están impidiendo ser feliz

No lo sabes, pero estos 11 hábitos que repites todos los días sin darte cuenta te están impidiendo ser feliz


La búsqueda de la felicidad es un tema recurrente en la vida moderna, una meta que muchos anhelan alcanzar, pero distintas profesionales en la salud mental han señalado que este sentimiento no es una meta a la que se deba llegar, sino un estado que debemos aprender a identificar y disfrutar cuando se presenta.

Y aunque hay muchos factores que influyen en la felicidad, tales como el entorno donde se desarrolle una persona, su predisposición genética a desarrolllar algún trastorno e incluso su posición socioeconómica, se ha descubierto que también existen algunos hábitos que nos impiden apreciar los momentos de felicidad de la vida.

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Recuerda que la felicidad no es un destino, sino más bien un estadío que puede darse a lo largo de toda la vida.
Fotografía: Freepik.

Pues en una cultura que nos ha enseñado que debemos “alcanzar la felicidad“, muchas veces olvidamos de observar y corregir ciertos hábitos que, sin darnos cuenta, socavan nuestro bienestar por lo que es necesario hacer un viaje intrsopectivo para reconcoer cuáles de ellos seguimos replicando.

Hábitos que podrían estar interfiriendo en tu felicidad sin que lo notes

Si bien la felicidad es subjetiva, distintos expertos han señalado 11 hábitos que son considerados como obstáculos comunes en el reconocimiento de la felicidad. Por ello, reconocerlos y trabajar para cambiarlos puede ser el primer paso hacia una vida más plena y satisfactoria; así que aquí te los comparto para que pienses si te identificas con alguno de ellos.

1. Sedentarismo: el enemigo silencioso de la felicidad

El sedentarismo, o la falta de actividad física, es un problema creciente que afecta a una gran parte de la población mexicana y está relacionado no solo con enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, sino también con problemas de salud mental.

Numerosos estudios han demostrado que la práctica regular de ejercicio no solo mejora la salud física, sino que también tiene un impacto positivo en la salud emocional, liberando endorfinas y otras “hormonas de la felicidad“. Sin embargo, el ritmo de vida acelerado y la falta de tiempo hacen que muchas personas descuiden su bienestar físico, lo que a largo plazo afecta negativamente su calidad de vida.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2021, más del 60% de los mexicanos no realizan la cantidad mínima de actividad física recomendada.
Fotografía: Freepik.

2. Pensar en la felicidad como una meta

La felicidad no debería ser vista como un destino final, sino como un proceso continuo. Así lo afirma el psicólogo mexicano Mario Guerra, quien señala que “la felicidad no es un lugar al que llegamos, sino la forma en que transitamos el camino de la vida“.

Establecer la felicidad como una meta fija puede llevar a la frustración y a la sensación de fracaso ya que se ignoran las pequeñas alegrías cotidianas que constituyen la verdadera esencia del bienestar, por lo que se recomienda enfocarse en disfrutar del presente, apreciando los momentos sencillos y las experiencias cotidianas.

Esto ayuda a construir una vida más plena y a disminuir la ansiedad que surge al perseguir una meta inalcanzable.
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3. Confundir “placer” con “disfrute”

El placer es una sensación inmediata y pasajera, mientras que el disfrute es una experiencia más profunda y duradera, y esta distinción, que es ampliamente reconocida en la psicología positiva, es crucial para entender cómo nuestras elecciones diarias afectan nuestra felicidad.

De acuerdo con expertas, el placer se origina en el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, pero su efecto es efímero y puede llevar a la búsqueda constante de más estímulos. Por lo que el disfrute se construye a través de experiencias significativas que involucran esfuerzo y compromiso.

Debemos aprender a diferenciar entre ambas sensaciones y cultivar más experiencias que nos brinden disfrute a largo plazo.
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4. Guardar rencor: un veneno para la mente

El rencor es una emoción que, según los expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consume una gran cantidad de energía emocional y mental, impidiendo que las personas se enfoquen en el presente. Por lo que guardar rencor no solo afecta las relaciones interpersonales, sino que también tiene un impacto directo en la salud mental, generando estrés y ansiedad.

Practicar el perdón es una acción concreta para dejar de lado el rencor y ésto no necesariamente implica reconciliación, sino que es un acto de liberación personal que permite dejar atrás el pasado y abrir espacio para emociones más positivas y constructivas.

Los psicólogos de la UNAM recomiendan practicar el perdón como una forma de liberar estas emociones negativas.
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5. Permanecer en la zona de confort: un estancamiento personal

Según expertas, permanecer en este estado de seguridad puede parecer una buena idea a corto plazo, pero a largo plazo limita el crecimiento personal y la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones. Un estudio realizado por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) encontró que las personas que evitan salir de su zona de confort tienden a reportar niveles más bajos de satisfacción con la vida y mayor resistencia al cambio.

El ITESM sugiere que exponerse a nuevas experiencias, aunque puedan generar ansiedad inicial, es clave para desarrollar la resiliencia y la creatividad, ambos factores esenciales para una vida plena y satisfactoria.
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6. La gratitud como clave del bienestar

La ingratitud es un hábito que nos aleja de la felicidad ya que nos impide apreciar las cosas buenas que ya tenemos. Según un estudio realizado por la Universidad Iberoamericana, practicar la gratitud tiene efectos positivos tanto en la salud mental como en las relaciones interpersonales, por lo que las personas que practican la gratitud regularmente reportan mayores niveles de felicidad y satisfacción con la vida.

7. Vivir en el pasado

Mirar constantemente hacia el pasado, ya sea con nostalgia o arrepentimiento, puede impedir que avancemos hacia el futuro y esto es algo que distintos expertos en salud mental han observado y señalan que vivir en el pasado es una forma de evadir el presente, lo cual puede llevar a una espiral de tristeza y depresión.

Para evitar esto se recomiendan prácticas como la meditación y el mindfulness para anclarse en el presente y dejar de lado las preocupaciones del pasado. Aprender de las experiencias pasadas es importante, pero es crucial no quedarse atrapado en ellas.

Llevar un diario de gratitud, donde se anoten tres cosas por las que una se siente agradecido cada día. Esta práctica simple puede cambiar la perspectiva y ayudar a enfocar la mente en lo positivo, en lugar de en lo que falta.
Fotografía: Freepik.

8. Compararse constantemente con los demás

En la era de las redes sociales, compararse con los demás se ha convertido en un hábito casi automático, sin embargo, esta comparación constante es una de las principales fuentes de insatisfacción, ya que las redes sociales presentan versiones idealizadas de la vida de otras personas, lo que puede hacer que los usuarios sientan que no están a la altura. Por ello se sugiere limitar el uso de redes sociales y enfocarse en los propios logros y metas personales.

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9. Ignorar las emociones: un error costoso

Las emociones son una forma en la que nuestro cuerpo y mente nos comunican lo que está mal o necesita atención, por lo que ignorar o reprimir estas emociones puede llevar a problemas más graves, como la ansiedad o la depresión. Lamentablemente, la represión emocional es común en nuestra cultura, donde a menudo se nos enseña a no mostrar debilidad.

Por ello, es de suma importancia aceptar y procesar las emociones como parte del cuidado mental. Hablar con un terapeuta o simplemente expresar lo que sentimos a personas de confianza puede ser un primer paso hacia una vida emocionalmente saludable.

Recordar que cada persona tiene un camino único es esencial para evitar la trampa de la comparación y construir una autoestima saludable.
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10. Evitar conversaciones difíciles: un problema a largo plazo

Evitar conversaciones difíciles es una estrategia común para evitar el conflicto, pero a largo plazo puede ser más perjudicial que beneficiosa, pues según estudios psiquiátricos las personas que evitan las confrontaciones tienden a acumular resentimiento, lo que deteriora sus relaciones y su bienestar emocional.

De esta forma, se recomienda abordar los conflictos de manera abierta y honesta, lo que no solo fortalece las relaciones, sino que también alivia el estrés y mejora la salud mental. 

Aprender a manejar estas conversaciones es una habilidad esencial para el bienestar emocional.
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11. Ser incapaz de decir que no: te dejará agotada

Decir siempre que sí puede llevar al agotamiento y al estrés crónico; el psicólogo mexicano Alejandro Magallanes, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), explica que muchas personas tienen dificultades para establecer límites, lo que resulta en una sobrecarga de responsabilidades y un descuido de sus propias necesidades.

Por esta razón se sugiere aprender a decir que ‘no’ como una forma de autocuidado y esto no es un acto de egoísmo, sino una manera de preservar la energía y el tiempo para lo que realmente importa.



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