Miles de personas irrumpieron en almacenes y centros de distribución de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el centro y sur de la Franja de Gaza, controlada por el grupo islamista Hamás, y se llevaron suministros allí guardados, informó este domingo la agencia humanitaria.
Precisó que esas personas se llevaron harina de trigo y otros artículos “de supervivencia” como equipos de higiene, y que en uno de los almacenes asaltados, en Deir al Balah, ubicado en el centro de la Franja, había insumos que habían llegado en convoyes humanitarios procedentes de Egipto.
En un comunicado, el director de Asuntos de UNRWA en Gaza, Thomas White, indicó que “esta es una señal preocupante de que el orden civil se está rompiendo tras tres semanas de guerra y un asedio estricto en Gaza”.
“La gente tiene miedo, está frustrada y desesperada. La tensión y el miedo empeoran por el corte de las líneas de comunicación telefónicas y de internet. Se sienten solos, incomunicados de sus familias dentro de Gaza y del resto del mundo”, lamentó.
La UNRWA destacó en su nota que el desplazamiento masivo de personas desde el norte al sur de la Franja ha puesto “una presión enorme” en las comunidades de la parte meridional, lo que añade una mayor carga adicional a los servicios públicos ya deteriorados.
De acuerdo con datos de la agencia, hasta la fecha unos 80 camiones de ayuda humanitaria han entrado en la Franja de Gaza en la última semana a través del paso de Rafah, fronterizo con Egipto.
Sin embargo, esta ayuda es insuficiente, tomando en cuenta que antes de la guerra, eran cientos los camiones de ayuda que pasaban diariamente.
La UNRWA está gestionando actualmente la recepción y el almacenamiento de esa ayuda en el enclave palestino, e indicó que el sábado no pudo entrar ningún convoy debido al corte de las telecomunicaciones.
Este domingo, la compañía de telecomunicaciones palestina Jawwal anunció que las conexiones de internet y de telefonía se están restableciendo gradualmente en Gaza, después de que quedaran interrumpidas el viernes con la ampliación de las operaciones terrestres por parte del Ejército israelí.
Israel y Hamás están enzarzados en una guerra desde el 7 de octubre, después de que el grupo islamista palestino atacara el territorio israelí y dejara 1,400 muertos, unos 5,000 heridos y 230 rehenes que se llevó a Gaza.
En represalia, Israel ha estado bombardeando Gaza desde entonces, y desde el viernes está atacando con tanques dentro de la Franja, lo que ha causado unos 7,700 palestinos muertos y casi 19,000 heridos.