“Por primera vez en 25 años, México corre el riesgo de no participar en este relevante ejercicio internacional, interrumpiendo así una serie histórica de datos fundamentales obtenidos a partir de los resultados de PISA”, aseguraron un grupo de organizaciones y personas firmantes de un carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)
Marco Fernández, investigador asociado en México Evalúa explicó en entrevista para ‘Aristegui En Vivo’, que han hecho un llamado urgente al presidente AMLO para solicitarle que ordene a la Secretaría de Educación Pública (SEP), junto con otras autoridades, que se realicen las acciones que sean necesarias para materializar la participación de México en la prueba PISA.
Fernández explicó que si no se realiza la prueba de campo PISA, México quedará fuera de una reconocida evaluación internacional, privando a la próxima administración federal de evidencia concreta sobre los niveles de aprendizaje y competencias de los estudiantes de 15 años.
Según Fernández esto también dificultará la comprensión de los avances y brechas respecto a evaluaciones anteriores.
El especialista recordó la reacción del presidente López Obrador a los resultados PISA de 2023, calificando la prueba como “neoliberal” y asegurando que no estaba hecha para el contexto mexicano.
Así, contrastó la respuesta del presidente mexicano con la de sus homólogos colombianos y uruguayos, ya que Gustavo Petro, presidente de Colombia, presentó los resultados de forma personal en una conferencia de prensa, señalando las acciones que se necesitaban en esa nación hacer para empezar a corregir los errores que reflejó la prueba.
En Uruguay, explicó, la secretaría de Educación declaró que “viene lo más difícil. ¿Cómo vamos a utilizar los resultados de la prueba para implementar acciones educativas? Porque todo uruguayo tiene que entrar a la escuela, tiene que aprender y tiene que poder terminar de forma satisfactoria sus estudios“.
“Aquí, después de que se descalificó (la prueba PISA) se hicieron guajes”, declaró Fernández, también profesor-Investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.
Fernández consideró que para poder realizar la prueba PISA, el próximo año se tienen que implementar una serie de preparativos: una prueba piloto para ver si las preguntas y el lenguaje se entiende de manera adecuada en cada país, que la SEP asista a las reuniones técnicas de la organización y que se haga el pago correspondiente.
“Nada de las 3 cosas ha ocurrido”, afirmó Fernández.
Asimismo, informó que la persona encargada de la prueba PISA en la OCDE, Andreas Schleicher, mandó una carta a la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MejoraEdu) explicando que si el país no compartía la información necesaria antes de septiembre, México no podría participar.
Uno pensaría que la autoridad está obligada a dar la cara y explicarle a la ciudadanía las acciones que está haciendo, pero llevamos prácticamente toda la gestión de Leticia Ramírez brillando por su ausencia.
“Tenemos una autoridad que después de la pandemia no le interesó tener un diagnóstico para saber dónde estamos, qué vamos a hacer y cómo apoyamos de manera adicional a los maestros para empezar a nivelar el barco”, declaró.
Por lo anterior, Fernandez afirmó que México “está navegando a ciegas” para conocer las afectaciones que sufrieron los estudiantes tras el paso de la pandemia y las clases en línea.
“No sabemos de qué tamaño ha sido el impacto, si la dichosa nueva escuela mexicana está teniendo más eficacia en el desarrollo de los aprendizajes de los chicos y de las chicas, pero claramente a la autoridad mexicana de la administración actual no le interesa, le incomoda. Por lo tanto se está haciendo guaje, a pesar de que el Presidente les dijo que en sí la íbamos a hacer la prueba PISA”.
A la par, retomó una declaración que la candidata presidencia de Morena, Claudia Sheinbaum, hizo durante el tercer debate presidencial en el sentido de que “es absurdo enfocarse en preparar a los estudiantes solo para pruebas”.
En la opinión de Fernández, lo realmente importante es asegurar que los estudiantes aprendan y desarrollen habilidades durante su educación, de modo que puedan transformar sus vidas y estar preparados para el mundo laboral.
Resaltó que la educación debe ser vista como un instrumento clave para la movilidad social, la reducción de desigualdades y la lucha contra la pobreza, y que esta no es solo una discusión para especialistas, sino una cuestión central para la sociedad.
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