Desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza han muerto 2 mil 360 niños y otros 5 mil 364 han resultado heridos por los incesantes ataques del Ejército israelí contra el enclave palestino, lo que indica que más de 400 niños mueren cada día, informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un comunicado.
“El asesinato y la mutilación de niños, el secuestro de menores, los ataques contra hospitales y escuelas y la denegación de acceso a la ayuda humanitaria constituyen graves violaciones de los derechos de los niños”, dijo la directora regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, Adele Khodr.
En la nota, Khodr apuntó que casi todos los niños de la Franja de Gaza se han visto expuestos a “acontecimientos y traumas profundamente angustiosos“, marcados por “la destrucción generalizada, los ataques incesantes, los desplazamientos y la grave escasez de artículos de primera necesidad como alimentos, agua y medicamentos”.
Por ello, Unicef hizo un llamamiento urgente a todas las partes para que “acuerden un alto el fuego, permitan el acceso de la ayuda humanitaria y liberen a todos los rehenes”.
La agencia de la ONU apuntó que “incluso las guerras tienen reglas” y reiteró que “hay que proteger a los civiles -especialmente a los niños- y hacer todo lo posible para que no sufran en ninguna circunstancia”.
“La situación en la Franja de Gaza es una mancha cada vez mayor en nuestra conciencia colectiva. El índice de muertes y lesiones de niños es sencillamente asombroso”, afirmó Khodr.
Sin embargo, consideró “aún más aterrador” el hecho de que “el número de muertes diarias seguirá aumentando” si no se reducen las tensiones y “se permita la llegada de ayuda humanitaria, incluidos alimentos, agua, suministros médicos y combustible”.
De hecho, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) alertó ayer de que detendrá sus operaciones en la Franja de Gaza en la noche de hoy, miércoles, si no obtiene antes combustible, un recurso indispensable cuya entrada no se ha permitido de momento al enclave palestino.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya avisó ayer de que seis hospitales de Gaza han cerrado por falta de combustible y otros dos han suspendido algunos servicios críticos por el mismo motivo, mientras que reclamó el paso seguro de carburante y suministros para los centros sanitarios.
Unicef se sumó a estas peticiones y solicitó un alto al fuego humanitario inmediato, la apertura de todos los cruces de acceso a Gaza para la entrada de suministros, agua, alimentos y combustible, y el respeto y protección de las infraestructuras civiles.