Miles de personas salieron el domingo a las calles de las principales ciudades de Colombia para marchar en rechazo a las reformas políticas, económicas y sociales que impulsa en el Congreso el presidente Gustavo Petro, en una nueva protesta convocada por la oposición.
Petro, un economista de 64 años que asumió como el primer mandatario de izquierda en la historia del país, prometió implementar ambiciosos programas sociales para reducir la pobreza y la desigualdad, así como para buscar una “paz total” que ponga fin al conflicto armado de seis décadas que ha dejado al menos 450.000 muertos.
Bajo el grito de “fuera Petro, fuera Petro”, con banderas de Colombia mientras hacían sonar pitos y bubuzelas, alrededor de 70.000 personas marcharon en Bogotá en medio de la lluvia, hasta concentrarse en la histórica Plaza de Bolívar, en el centro de la ciudad, según la Secretaría de Gobierno de la capital.
Las principales iniciativas del actual Gobierno son las reformas a las pensiones, al sistema laboral y a la educación, después de que el Congreso rechazó y hundió una para cambiar el régimen de salud en medio de la decisión de Petro de tomar el control de las principales entidades encargadas de atender a millones de usuarios en clínicas y hospitales.
“Estoy en esta marcha para protestar por el mal Gobierno, para exigirle a Petro que respete la justicia, que cumpla con la palabra, que no destruya lo que funciona y que ponga fin a la corrupción que prometió combatir”, dijo a Reuters Miguel Ángel Larrota, un contador público de 52, durante la marcha en Bogotá.
Las protestas, que fueron pacíficas, masivas y sin actos de vandalismo, también se extendieron principalmente a las ciudades de Medellín, Cali y otras capitales de departamentos.
“Las políticas de este Gobierno son nefastas. El sistema de salud, con fallas, funcionaba y Petro lo está acabando sumiendo en una crisis a los pacientes que no tienen atención ni medicinas”, dijo Mónica León, una médica de 45 años que vestía su bata blanca con la que trabaja en una clínica de Bogotá.
Aunque Petro no tiene una sólida mayoría en el Congreso después de que la coalición de partidos de izquierda, centro e incluso de derecha que lo apoyaba se rompió hace un año, el mandatario consiguió en las últimas semanas avances en las reformas pensional y a la educación, pese a que no han sido aprobadas.
“Tiene que entender que el país no lo acompaña en su propósito destructivo. En esta marcha no está sólo la oposición sino mucha gente que votó por Petro y está arrepentida”, dijo la senadora Paloma Valencia, del opositor Centro Democrático. (Reuters).
La reacción de Petro
El Presidente afirmó que el objetivo de las movilizaciones era derrocar a su gobierno.
Dijo que se respetó el derecho a la libre manifestación y que en total participaron 250 mil personas.
Las manifestaciones contra el gobierno tuvieron más o menos 250.000 personas en todo el país, fueron fuertes en su orden en Medellín, Bogotá y Bucaramanga. En las demás ciudades, alcanzando 18 sitios, fueron débiles. A las marchas se les respetó al máximo como se seguirá haciendo.
Una de las características centrales de mi gobierno es respetar la libertad de expresión y los derechos de la gente. El principal objetivo de las marchas es gritar “fuera Petro” y derrocar el gobierno del cambio.
Este proceso ya inicio y es un golpe blando que anule la decisión popular por el cambio en el año 2022.
Algunos sectores de los movilizados quieren un pacto que deshaga las reformas que van a favor del pueblo para mantener la captura de enormes cantidades de dinero público usados como ganancias de particulares. Rechazo a las reformas por los que se creen dueños del dinero público, este rechazo para ganar clases medias se viste a través de las redes y los medios de mecanismos de seducción centrados en el odio y la mentira.
El presidente es guerrillero, dicen, o por su procedencia popular no nos representa, o porque es de izquierda no debe gobernar; es el odio el eje central del mensaje. Un odio que yo no quiero que regrese al poder porque mataría mucha gente quizás peor que como lo hizo en el pasado. Lo que añoran es la represión abierta, las masacres paramilitares y los asesinatos de jóvenes.
Ese pasado de mafiosos en el poder no debe volver. Hoy se expresaron en libertad unos, las fuerzas populares deben responder, este 1 de mayo. No se trata de dividir al país, ya viene dividido. Se trata de que suene también la voz popular. Ante estas voces diferentes, el gobierno buscará caminos de entendimiento. Si la derecha quiere burlar las elecciones e irrespetar el voto del pueblo no habrá entendimiento.
El pacto nacional es por el futuro y no por el pasado. La suerte del gobierno dependerá exclusivamente del apoyo del pueblo. Que se escuche el pueblo entonces. Siempre hemos estado abiertos al dialogo y siempre hemos respetado nuestros principios por los cuales fuimos elegidos. El cambio consiste en más Justicia Social y más equidad para la gente.