Las chinches son unos insectos pequeños difíciles de detectar a simple vista, ya que su tamaño es similar al de una semilla de manzana. Son planos y de color marrón rojizo. Se encuentran por todas partes: en el hogar, se esconden en las camas y sus inmediaciones, en los sillones, las grietas de las sillas, cortinas, moquetas y alfombras. Tras alimentarse de sangre, no pasan mucho tiempo en el cuerpo de la persona de la cual se nutren, ya que optan por alejarse y esconderse
Las chinches no suelen ser consideradas un problema particular en animales, debido a que, a diferencia de las garrapatas o las pulgas, no son animales que dependan de nuestras mascotas para su supervivencia. Suelen preferir a los humanos como alimento debido a que sus pieles suelen ser más duras y difíciles de penetrar y el pelaje también incrementa la dificultar para llegar a la piel y alimentarse. Sin embargo, estos no se encuentran exentos de ser picados por ellas.
¿Qué hacer si a mi mascota le picó una chinche?
Al igual que ocurre con los humanos, no hay mucho más que hacer si tu perro o gato sufre la picadura de una chinche, más allá de usar remedios para calmar la comezón. Esta sensación de picazón suele ser lo más estresante de convivir con esta plaga. Un consejo es que si tu perro o gato fue picado contacta a su médico veterinario para que le recete algún producto para calmar la molestia.
Es importante destacar que el grosor del pelaje de los perros y gatos los protege de las chinches, porque les resulta difícil la toma de sangre. Sin embargo, existen casos en que los bichos pueden alcanzar la zona cutánea de los animales de compañía. Vale mencionar que las picaduras de estos insectos en tus mascotas no suelen representar complicaciones más allá de algunas lesiones cutáneas.
Para evitar las picaduras de chinches en tu perro o gato debes mantener la limpieza de sus lugares de descanso y de sus objetos textiles. También revisa su pelaje para descartar la presencia de estos insectos.