Ayer se realizó el primer debate entre los tres candidatos presidenciales, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez. Durante dos horas de un formato que intentó ser interactivo pero resultó tan acartonado como siempre, las dos candidatas y el candidato no lograron concretar ningún tema o propuesta seria.
Muy concretamente, Sheinbaum buscó proponer (sin lograrlo) pero por momentos se enganchó con los ataques de Gálvez, mientras que Gálvez se enfocó completamente en atacar más que en proponer. En las casi 2 horas su semblante fue de molestia e incomodidad.
En el caso del candidato Álvarez Máynez, su notable desventaja en las encuestas lo obligaron a entrar a los reclamos, acusaciones y críticas, inclinado contra Gálvez, y aunque intentó presentar propuestas, terminó en una serie de frases y acciones como su saludo en lenguaje de señas que solo lo ridiculizaron.
Por supuesto que hubo momentos que serán recordados como las cartulinas malhechas y reclamos por el, de por si, poco tiempo, sin embargo, lo cierto es que estos debates suelen ser más un show mediocre y aburrido y que solo sirven para la foto.
Así como en Roma aventaban a los gladiadores a pelear entre sí y el público disfrutaba ver violencia, sangre y como se mataban entre ellos, hoy, estos eventos resultan un espectáculo grotesco más parecido a un “reality show”, donde las redes sociales se han convertido en el medidor de popularidad y de masacres entre rivales.
Varios especialistas han señalado que este tipo de ejercicios son insuficientes, principalmente en tiempo, para que un candidato pueda presentar y profundizar sus propuestas. Quizá tenga algo de cierto. Pero la clave es el COMO. Los ciudadanos ya no queremos escuchar la retahíla de mentiras que prometen que harán, sino COMO lo harán posible y eso depende del formato que establecen los partidos políticos y el Instituto Nacional Electoral.
La temática de ayer fue: educación y salud, transparencia y combate a la corrupción, no discriminación, grupos vulnerables y violencia contra las mujeres. ¿Alguien recuerda una propuesta concreta sobre estos 7 temas? Yo tampoco.
Para qué hablar de cómo solucionar el retroceso educativo monumental después de la pandemia o la “estrategia” de salud, que a más de uno deberían llevarlos a la cárcel, si podemos hablar de cómo se saludaron, como se miraron, como iban vestidos o quien se trababa más.
Hoy parece que el mundo digital y las granjas de bots determinarán quien se llevó el resultado final.
Al menos en los últimos 25 años de seguir periodísticamente los procesos electorales, no recuerdo un solo estudio donde se conozca el porcentaje de personas que decidieron su voto después de ver uno, dos o tres debates. A lo más que se ha acercado el electorado mexicano es a “confiar” en las muy desacreditadas empresas encuestadoras.
Será difícil que el INE y los representantes de los partidos modifiquen los formatos de los próximos debates que se celebrarán a finales del mes y en mayo, sin embargo, en las candidatas y el candidato, está, la responsabilidad de dar un giro y hablarle directo a los ciudadanos sobre COMO harán tal o cual propuesta.
Lamentablemente, ayer vimos un show donde, obvio, todos se declararon ganadores y minimizaron los ataques de los otros. Algunos le llaman normalidad democrática, en realidad es el cinismo y conformismo de los políticos mexicanos.
Es cierto que los políticos son terribles (todos), es cierto que el “nuevo INE”, está tan verde, que genera mucha incertidumbre su papel el próximo 2 de junio, pero también es cierto que entre lo más penoso de todo esto es que los ciudadanos seguimos tan desilusionados como inmóviles y apáticos.
Desde Palacio Nacional se dice que la sociedad actual está cada vez más politizada. Eso es mentira (como casi todo lo que dicen en ese lugar), la sociedad no está politizada, esta polarizada y esa polarización está llevando a conflictos sociales y hasta familiares y a más desilusión y apatía.
La formulita le está saliendo bien a Andrés Manuel López Obrador. Divide y vencerás.
Desde organismos como el INE, los medios de comunicación, líderes de opinión y otros poderes fácticos, se requiere replantear los actuales esquemas de comunicación electoral.
Mientras tanto, ayer y hoy, perdieron los ciudadanos.
NOTA. Mención aparte merece el INE y su muy mala producción. Con errores notables y fallas de continuidad. Ojalá mejoren para los siguientes dos encuentros.