Lenia Batres | Expertos resaltan falta de legitimidad y trayectoria judicial de nueva ministra de AMLO

Lenia Batres | Expertos resaltan falta de legitimidad y trayectoria judicial de nueva ministra de AMLO


La nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Lenia Batres Guadarrama, es muy cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Morena; además de que le falta de experiencia en asuntos judiciales, advirtieron Julio Ríos, profesor titular en el Departamento de Derecho del ITAM, y César Astudillo, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en entrevista para ‘Aristegui en Vivo’.

Al analizar el nombramiento de Lenia Batres como ministra de la Suprema Corte para ‘Aristegui en Vivo’, los juristas y académicos coincidieron en que Lenia Batres llega al cargo con “déficit de legitimidad y y déficit meritocrático”.

Durante su intervención, el politólogo Julio Ríos consideró que el presidente intentará reforzar, en el tramo final de su sexenio, la subordinación de las instituciones autónomas, además de erosionar la legitimidad de los actores políticos que no coincidan con su proyecto político.

Agregó que en el nombramiento que hizo el presidente López Obrador “se llegó al al recurso extremo establecido en la Constitución” tras no existir consenso en el Senado; por lo que finalmente el Primer Mandatario llegó una persona afín al Ejecutivo.

Por lo anterior, recalcó que Lenia Batres “es la ministra subordinada del presidente” y recordó que formó parte de la Consejería Jurídica de la Presidencia.

Además, es militante de su partido Morena y “tiene muy poca incluso yo diría, nula experiencia como juzgadora, a pesar de que es es abogada”, ya que ha desarrollado su trayectoria en la administración pública. También recordó que es hermana del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres

Foto: Cuartoscuro

En este punto, dijo que coincidía con César Astudillo respecto a que “será una una ministra que llega con déficit de legitimidad y déficit también meritocrático”.

Sin embargo, Ríos Figueroa adelantó que la designación de Lenia Batres no alterará el balance en las posturas de las y los ministros de la Suprema Corte,  ya que la salida del ex ministro Arturo Zaldívar —que calificó de irregular—también representaba un voto a favor sobre los temas de interés del presidente López Obrador.

Destacó que Zaldívar fue cooptado por Morena como asesor de la virtual candidata presidencial de ese partido, Claudia Sheinbaum.

Todo esto comienza con una irregularidad que es la vacante que se abrió y que no debió abrirse en este momento, por la renuncia del ex ministro presidente Zaldivar para unirse a la campaña presidencial de la candidata de Morena. Eso en sí, ya es una irregularidad. El ex ministro, presidente Zaldívar fue cooptado políticamente y dejó una vacante al presidente, que la llena con una persona que no va a alterar el balance en la Corte.


El politólogo añadíó que junto con la nominación de Lenia Batres,  la postura del presidente contra la institución judicial, fue clara con su inasistencia al informe de la presidenta de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña Hernández, de quien resaltó el llamado de unidad que hizo durante su mensaje, en defensa de la institución, de las leyes y la Constitución.

Finalmente, Julio Ríos advirtió que en el transcurso del proceso electoral, se intensificará la “hostilidad que hemos estado viendo por parte de la Presidencia” respecto al Poder Judicial”.

Por su parte, César Astudillo, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, resaltó que lo ocurrido con la designación en la Corte, representa “una exacerbación del poder presidencial” en el tramo final del mandato lopezobradorista.

Advirtió que el nombramiento de Lenia Batres revela la intención del presidente AMLO de colocar a personas cercanas a su gobierno en posiciones clave, incluso para el próximo gobierno.

Señaló que la oposición debería preparar una narrativa de campaña que destaque la concentración de poder en manos del presidente, aprovechando el proceso electoral, para “tratar de hacer todavía equilibrios constitucionales, que nos queda uno de ellos, me parece que el más significativo”, en referencia al Poder Judicial.

El analista también resaltó la cercanía de la nueva ministra con el gobierno actual, señalando su participación en la fundación de Morena y su alineación ideológica con la llamada Cuarta Transformación. También resaltó la politización del proceso de designación y la importancia histórica de mantener un sistema de cuotas con la participación plural en el Senado.

En un análisis histórico, Astudillo revisó la evolución del proceso de nominación de ministros desde la Constitución de 1917 hasta la actualidad.

Mostró cómo a lo largo del tiempo, se ha concedido mayor poder al titular del Poder Ejecutivo en la designación de ministros, señalando la influencia presidencial en la configuración actual de la Corte, y comparando ésta con la política de Porfirio Díaz y el PRI.

“Parte de la Constitución de 1917 dejó claro, en los debates constituyentes, que permitir que el Presidente de la República hiciera la nominación de ministros buscaba otorgarle al presidente una fuerte capacidad de injerencia sobre la integración del poder en su máximo órgano, la Suprema Corte de Justicia. En este sentido, el antecedente de Porfirio Díaz, quien había logrado integrar a cercanos a su gobierno a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, sirvió como ejemplo para los debates sobre la participación del presidente”, explicó.

Foto: Cuartoscuro

Tras ello, la manera de restar injerencia al entonces presidente, dijo, fue fortalecer el federalismo y determinar que los candidatos a integrar la Corte provinieran  desde los Congresos de los Estados. Cada uno de los congresos podía  mandar sus candidatos y eran las dos cámaras del Congreso las que la van a procesar y van a designar a los ministros”, relató.

Luego recordó que en 1928 el Senado nuevamente aprobó que la figura presidencial realizara nominaciones para que fueran aprobadas o desechadas por estos legisladores, hasta que con la creación del Partido Nacional Revolucionario, inició nuevamente el presidencialismo.

“El año siguiente, con el surgimiento del Partido Nacional Revolucionario, comenzó una escalada de consolidación que daría lugar al posterior establecimiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI), (…) de modo que no hubo una oposición directa a los nominados por el presidente; más bien, se observó un respaldo significativo por parte del Senado. Esto contribuyó a la reinstalación de ciertos elementos que se buscaban atenuar desde 1917 en la República. Esta dinámica, característica de nuestro sistema presidencial, otorgó al Presidente de la República una influencia notable en la integración de nuestro máximo tribunal”, manifestó.

César Astudillo también mencionó que en 1994, se planteó una modificación significativa en la función constitucional de la Corte, transformándola en un tribunal constitucional.

“En este cambio, se le otorgó un papel más destacado al Senado de la República, que ya no solo podía aprobar o rechazar, sino también designar a partir de un conjunto de tres personas. Este cambio reflejó la firmeza con la que el presidente cedió poder, ya que podía influir menos en la composición de nuestro máximo tribunal. Recordemos que esta reforma redujo el número de ministros de la Corte de 26 a 11, el actual, permitiendo la participación de quienes ya estaban en funciones. En ese momento, curiosamente, Olga Sánchez Cordero permaneció en la Corte”, recordó.

En ese tiempo fue cuando se estableció el sistema de ternas para fortalecer la capacidad de designación del Senado, ya que no sería solo el presidente presentando un nombre. “Esta evolución histórica nos muestra cómo gradualmente hemos concedido mayor poder a la posibilidad de que el Senado tenga un papel más activo en los nombramientos. Se introdujo la cláusula de que si el Senado no llega a un acuerdo, no pierda la capacidad final de tener injerencia en el nombramiento, dando al Senado un control significativo en este proceso“, apuntó Astudillo.

Ante la posibilidad de que no existiera consenso entre los senadores, siempre se contempló que el presidente pudiera elegir a alguien dentro de las ternas presentadas, como sucedió actualmente, aunque es la primera vez que se presenta este escenario.

Según Astudillo, con la llegada de Lenia Batres, se da la formación de dos bloques distintos que podrían tener un impacto en las decisiones futuras del tribunal, ya que en un bloque se encuentran tres ministras, entre ellas Loretta Ortiz, quien  tiene antecedentes de militar en Morena, y destacó que la ministra Yasmín Esquivel también es cercana a López Obrador.

Sin embargo, sentenció que el grupo de los ocho ministros restantes podría ser clave en la declaración de inconstitucionalidad de reformas aprobadas por el cuerpo legislativo, como ha sido el caso del ministro Juan Luis González, quien ha votado de manera marcada contras las leyes que impulsa este gobierno.

El investigador añadió que el ex ministro Arturo Zaldivar también mostraba afinidad al presidente López Obrador, la cual quedo evidenciada con su ingreso a la campaña de Sheinbaum.

“En las últimas votaciones le estaba costando mucho trabajo ir votando en contra de iniciativas del Presidente de la República, y ya había incluso, entrado en contradicción con lo que en años previos había votado. De tal suerte que seguramente eso fue lo que anticipó su salida. Ya se veía una incomodidad manifiesta, carecía de argumentos para cambiar su postura, dejando su espacio para que lo ocupara otra ministra, digamos más abiertamente cercana a las posiciones de López Obrador”, concluyó.

Ve la entrevista completa: 



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