Cada vez más demócratas piden que Biden renuncie a la candidatura presidencial. Tras el atentado que sufrió Donald Trump durante un mitin republicano el pasado 13 de junio, la atención de los dos bandos del espectro político estadounidense se enfocaron en lanzar buenos deseos para el expresidente y pedir a su electorado moderar sus posturas, con el objetivo de ponerle hielo a la alta polarización política existente en el país.
Indirectamente, este momentáneo cambio de protagonismo benefició relativamente a Joe Biden, que tuvo un par de días en donde el seno demócrata se enfocó principalmente en llamar al público estadounidense a la calma y la moderación, y no tanto en su disputada nominación como candidato para contender en las próximas elecciones de noviembre. Las horas de tranquilidad para el presidente parecen contadas.
Cuatro días después del atentado, las dinámicas políticas de ambos bandos parecen regularizarse, y un gran sector demócrata regresa a poner en el foco de atención las dudas sobre la capacidad de Biden para vencer a Trump en los comicios presidenciales, desatadas después del hórrido desempeño del actual mandatario, de 81 años, en el debate televisado entre ambos políticos el 27 de junio.
Desde la fatídica noche del debate, 20 representantes demócratas en la Cámara de Representantes y un senador han expresado abiertamente sus dudas con la candidatura presidencial de Biden, haciendo peticiones explícitas al actual mandatario por “hacerse un lado” y dejar su lugar en la contienda a otra figura demócrata, más joven y popular, que tenga mejores cartas para ganar la Casa Blanca en noviembre.
“Pasa la antorcha”: las presiones sobre Joe Biden siguen intensificándose
Solo bastaron minutos después del cierre de aquel debate entre expresidentes para que los primeros informes sobre preocupación en las entrañas del Partido Demócrata, por la inquietante imagen que dejó el presidente durante el intercambio con Trump, empezaran a salir. Pero en ese momento, eran rumores de vestidor que, aunque vaticinaban algo más grande, no tenían gran peso.
Fue hasta el 30 de junio cuando las fichas de dominó empezaron a caer. Jamie Raskin, representante demócrata por Maryland, fue la primera figura política del partido que vocalizó abiertamente su angustia por el rendimiento de Biden en el debate, llevándolo más allá, añadiendo que su representación política “tenía que hablar seriamente” sobre las aspiraciones de reelección del presidente.
Tres semanas después de Raskin, y después de más de una decena de miembros demócratas en el Congreso estadounidense, otro gran nombre en la esfera progresista pide a Joe Biden que “pase la antorcha” a una nueva generación de líderes demócratas.
Adam Schiff, conocido representante californiano que estará en la carrera por una senaduría el próximo noviembre, es el último de los demócratas en el poder que ha pedido a Biden que se haga a un lado en vísperas de la Convención Nacional Demócrata a sostenerse en Chicago en agosto. Schiff es uno de los nombres más populares dentro del partido, conocido por su cercanía con Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, quien también ha mostrado dudas sobre la candidatura de Biden.
“Una segunda presidencia de Trump socavará los cimientos de nuestra democracia, y tengo serias dudas sobre si el presidente puede derrotar a Donald Trump en noviembre”, mencionó Schiff en un comunicado para el diario Los Angeles Times, añadiendo que la aparición de Biden en el debate contra Trump “generó preguntas” sobre su capacidad para vencer al expresidente en las urnas, algo que el representante californiano calificó como “una amenaza existencial”.
Pocas horas después de su anuncio, la cadena ABC News informó que el pasado sábado fue el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien le habría acosejado al presidente terminar con su campaña de reelección por “el bien” del país y del Partido Demócrata.
En un comunicado, la oficina de Schumer calificó el informe de «especulación vana» y dijo que Schumer «transmitió las opiniones de su bancada directamente al presidente Biden el sábado».
Además de Schiff, otra veintena de representantes se unieron a las peticiones para que Joe Biden salga de la carrera.
La lista se compone de: Mike Levin, de California; Brittany Pettersen, de Colorado; Hillary Scholten, de Michigan; Greg Stanton, de Arizona; Scott Peters, de California; Eric Sorensen, de Illinois; Brad Schneider, de Illinois; Marie Gluesenkamp Pérez, de Washingron; Jim Himes, de Connecticut; Ed Case, de Hawaii; Pat Ryan, de Nueva York; Earl Blumenauer, de Oregón; Mikie Sherrill, de Nueva Jersey; Adam Smith, de Washington; Angie Craig, de Minnesota; Lloyd Doggett, de Texas; Mike Quigley, de Illinois; Seth Moulton, de Massachusetts y Raúl Grijalva, de Arizona.
Por su parte, el único senador demócrata que le ha pedido explícitamente a Biden que deje su lugar a alguien más para la candidatura presidencial es Peter Welch, senador por Vermont, que ya el 1 de julio se posicionaba a favor del diálogo interno en el Partido Demócrata por la situación de Biden.
“Por el bien del país, pido al Presidente Biden que se retire de la carrera.”, dijo Welch el pasado 10 de julio.
A pesar de que las 21 voces disidentes representan una muy pequeña minoría entre los 260 demócratas en el Congreso (213 en la cámara baja y 47 en la alta), día tras día sale nueva información en los medios estadounidenses sobre más representantes que expresan sus preocupaciones por la capacidad de Biden, aunque lo hacen en privado y anónimamente.
Solo 3 de cada 10 demócratas están convencidos de la capacidad mental de Biden, según encuesta
Las preocupaciones demócratas sobre el estado de salud de Biden y su candidatura presidencial no se limitan a la esfera política. Dentro de los partidarios, las cosas no se ven más favorables para el actual mandatario estadounidense, que no logra convencer ni a su propio electorado de que es capaz de presidir Washington por cuatro años más.
Una encuesta realizada en conjunto por AP y el centro de investigación NORC revela que dos tercios de los votantes demócratas entrevistados desean que Joe Biden renuncie a la candidatura presidencial, siendo que 7 de 10 estadounidenses entrevistados piensan que el presidente debe dar un paso al costado.
“Tengo serias dudas sobre su capacidad para ocupar el cargo,”, sentencio Andrew Holcomb, votante demócrata de 27 años, entrevistada para la encuesta de AP-NORC.
La preocupación central de los encuestados y principal motivación para pedirle a Biden que salga de la carrera por la presidencia es la dudosa salud cognitiva del actual jefe de Estado. Solamente 3 de cada 10 demócratas encuestados están convencidos de que Biden tiene las capacidades cognitivas necesarias para servir otros cuatro años de mandato, siendo que terminaría su segunda administración con 85 años.
Además, al ser preguntados por la figura de la vicepresidenta, Kamala Harris, 6 de 10 partidarios de los demócratas entrevistados afirmaron que sería una buena presidenta. La encuesta muestra también que un 43% de los adultos estadounidenses tienen una opinión favorable sobre ella, mientras que el 48% no, aunque este último porcentaje es ligeramente más bajo al reportado para Joe Biden.
Biden no recula y sigue firme en la carrera
Entre tanto, el presidente sigue firme en su posición de no ceder ante las presiones que le piden encarecidamente que reconsidere su postulación para las elecciones presidenciales de noviembre.
El equipo de campaña de Biden se ha encargado de agendar entrevista tras entrevista para el mandatario, que no acostumbro a la prensa a ese trato durante los cuatro años de su mandato, con el objetivo de retratar a un presidente vital y capaz de hacer frente a las preguntas sin tener lapsus como en el debate de junio.
En su charla más reciente con la cadena estadounidense BET, Biden fue claro en decir que lo único que haría que el ceda la candidatura a otra figura política en rumbo a las elecciones presidenciales, sería un diagnóstico médico que confirmara algún problema de salud que le impidiera contender.
Biden sigue la misma tónica de su entrevista con el canal ABC hace unas semanas, donde afirmó que solamente renunciaría a la nominación demócrata “si baja el señor todo poderoso y se lo pide”.
“Pensé que podría seguir adelante y dejárselo [el cargo] a otra persona, pero no anticipé que la situación del país se dividiera tanto. Francamente, creo que lo único que trae la edad es un poco más de sabiduría y he demostrado que sé cómo se hacen las cosas”, mencionó el presidente durante su entrevista en BET.
Con AP, Reuters y medios locales