CONCORD, Nueva Hampshire, EU (AP) — Puede que Rodolfo, el reno de nariz roja, encuentre millones de zanahorias preparadas para él en Nochebuena, pero, ¿qué ocurre el resto del año?
Encontrar comida en un paisaje frío y desolado es un desafío, pero investigadores del Dartmouth College en Nueva Hampshire en la Universidad de St. Andrews, en Escocia, indicaron que los ojos de los renos podrían haber evolucionado para ayudarles a localizar con facilidad su alimento preferido.
Es una nueva prueba de que si bien los renos son famosos por tirar del trineo de Santa, lo que de verdad les caracteriza es su visión, dijo Nathaniel Dominy, profesor de antropología de Darthmouth y coautor de un estudio reciente publicado en la revista i-Perception.
“Han estado un poco en la sombra y poco reconocidos en los anales de la neurociencia visual, pero están teniendo su momento porque tienen un sistema visual fascinante”, dijo en una entrevista.
Hace años que los científicos saben que el tejido similar a un espejo en los ojos de los renos cambia de color, de un dorado verdoso en verano a un azul vívido en invierno, un proceso que se cree que amplifica la escasa luz del invierno polar. Pero no estaban seguros de cómo interpretar otro dato curioso: a diferencia de otros mamíferos, los renos pueden ver en el espectro ultravioleta.
“La mayoría de los animales que son activos en condiciones de luz diurna quieren evitar la luz ultravioleta. La luz ultravioleta es dañina”, explicó Dominy. “La nieve refleja la luz ultravioleta, lo que es un problema, que es el motivo por el que la nieve provoca ceguera a los humanos”.
Algunos científicos creen que la visión de los renos evolucionó para proteger a los animales de los depredadores, ya que por ejemplo les permite avistar a los lobos blancos en un paisaje nevado. El nuevo estudio apunta a otra posibilidad: la comida.
Los renos subsisten en gran parte gracias al llamado liquen de renos, que forma alfombras crujientes y de color claro en el suelo en latitudes norteñas.
Investigadores que viajaron a las montañas Cairngorms en las Tierras Altas de Escocia, donde hay más de mil 500 especies de líquenes, así como la única manada de renos de Reino Unido, descubrieron que el liquen de renos absorbe la luz ultravioleta, de modo que el liquen blanco que resulta difícil de ver para los humanos resalta como sombras oscuras para los animales.
“Si eres un reno, puedes verlo y tienes una ventaja porque entonces no estás vagando por el campo. Puedes caminar en una línea recta y conseguir esa comida, y ahorras energía en el proceso”, dijo Dominy. “Estos animales están desesperado por conseguir comida, y si pueden encontrar suficiente liquen, entonces tienen una ventaja”.
Juan José Negro, del Consejo Superior español de Investigaciones Científicas, está especializado en ecología y evolutiva y biología de la conservación. Aunque estudia principalmente aves de presa, la nueva investigación sobre renos le pareció intrigante.
“Me encantan todos los trabajos sobre colores y visión”, dijo. “Cada vez que leo el trabajo de otras personas, hay algo que inspira nuevas ideas (…) y en el caso del reno, esto me lleva a prestar más atención a esta parte del espectro”.
Aunque no veía aplicaciones biomédicas inmediatas para el reporte, señaló, el trabajo es útil para aumentar la comprensión de cómo lidian los animales con entornos difíciles.
Dominy coincidió con ese argumento, aunque dijo que también tiene implicaciones humanas. Hay muchas investigaciones farmacológicas sobre los líquenes porque tienen propiedades antioxidantes. El hecho de que los ojos de los renos permitan percibir la luz ultravioleta sugiere que podría haber algún mecanismo que les protege del daño, indicó.
“Los ojos de los renos están llenos de ácido ascórbico, o vitamina C, y la vitamina C es fantástica para reparar las células dañadas”, dijo.
Con eso en mente, Dominy está actualizando la recomendación que hizo tras escribir un reporte de 2015 que estudiaba por qué una nariz roja en un reno sería ideal para guiar el trineo de Santa.
Entonces recomendó a los niños que dejaran a Rodolfo galletas y otros alimentos altos en calorías para compensar el calor corporal que pierde por la nariz. Ahora, señaló, hay que centrarse en sus ojos y dejar la leche y las galletas para Santa Claus.
“Lo mejor que se les puede dar para proteger la salud de sus ojos sería algo rico en vitamina C”, dijo. “Zumo de naranja, zanahorias, estas serían las mejores golosinas para renos en Nochebuena”.