CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dice el pintor Pablo Rulfo a propósito de su exposición “Calle de Cantarranas 34. Homenaje a Romualdo García”:
“El arte traspasa el tiempo, y nos hace cuestionarnos en dónde estamos”.
Esta muestra “sui géneris”, se mostró hasta este domingo 7 en la Museo Casa del Risco de San Ángel, al sur de la ciudad (Plaza San Jacinto 5 y 15, alcaldía Álvaro Obregón), trae al presente la labor del fotógrafo Romualdo García (1852-1930) a partir del rescate, mirada única y creativa del pintor, quien tras años de estudio y revisión sobre ese artista guanajuatense buscó que los personajes traspasaran el papel de la lente hasta llegar a los óleos.
Con motivo del cierre de la exposición se realizó una tercera y última conferencia. El diálogo se tituló “Literatura y memoria”. En ella participaron, además de Rulfo, el escritor José Ángel Leyva y el ensayista Rodrigo Garza Arreola.
En entrevista con Proceso, dijo Rulfo (Ciudad de México, 1955) sobre ella:
“El centro temático es la memoria… pudiera parecer una temática muy ambigua, pero en el fondo tiene que ver con la aportación del trabajo de Romualdo García, cuya parte de su trabajo (que data entre 1905-1914) está expuesto junto al mío.
“Son fotografías cargadas de sentimientos que concentré en mi trabajo y la idea de la memoria de una época, de los individuos, de una sociedad; la memoria es importante en términos del porfirismo, la lucha de la Revolución mexicana, el cambio de una sociedad, y los cimientos de nuestra actualidad en la cual creo que seguimos en disputa de lo que somos y sus definiciones. Trato de recurrir a la memoria y de hurgar en lo que somos”.
Y explicó sobre la exposición:
“Mis pinturas están basadas en la sensación de las fotografías de Romualdo, de toda esa rica materia que hicieron posible una reflexión personal de conceptos sobre nuestros antepasados, nuestro país y nosotros mismos para indagar qué somos como mexicanos y nuestras posibilidades”.
En un fragmento de presentación sobre la muestra en El Risco se leyó este texto del mismo Rulfo:
“…En esta serie temática no trato de copiar las fotografías, sino de recrear un espacio, un puente emocional que nos acerque a esas personas. Las considero obras ‘abiertas’ que buscan expresar el impacto que estos personajes me producen al mirarlos, pues hay, independientemente al peculiar cuidado que Romualdo ponía en la composición e iluminación en sus fotografías, un elemento que llama mi atención y este es la ‘mirada interior’ o ‘introspectiva’ que surge en algunos de los personajes retratados.
“Imaginar el rumor de los cientos de almas caminar, a lo largo de los años por la calle de Cantarranas, buscando dejar su rastro fijo en una imagen, como una forma de permanencia y de eternidad…”.
En esa calle de Guanajuato tuvo García su estudio fotográfico.
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Esta charla –asegura Rulfo– busca hacerse eco en los fundamentos de lo literario en nuestro país, como Sor Juana y todos los pilares literarios, culturales y artísticos como elementos que traen a la reflexión el valor del mestizaje, la esencia de nuestro país.
“Lo ideal es plantearnos el indagar una respuesta sobre quiénes somos, que es algo muy importante en medio de una realidad tan diversa, injusta y difícil”.
–Pareciera que con la riqueza cultural y la historia que tiene México, ya deberíamos de saber quiénes somos como mexicanos, ¿no?
–Uno pensaría que sí, exacto, que tenemos historia suficiente y ha pasado tanto tiempo para saber quiénes somos, pero yo creo que aún no, y la muestra es esta conciencia inmadura, sin ese análisis no vamos a poder avanzar, tenemos que reflexionar quiénes somos para tener derecho a un mejor futuro. Yo siento que estamos atorados en un conflicto innecesario.
“Sigue habiendo preguntas que debieron responderse hace mucho tiempo, y parece que lo que ha pasado es sólo eso: el tiempo, pero no hay reconocimiento histórico de qué somos como México, es esta la base de la reflexión de esta serie, a partir de la palabra sensible, nos urge”.
–Aquí la palabra clave parece ser el tiempo, y los problemas que continúan desde hace décadas, de las imágenes de Romualdo a su trabajo…
–Sí, cuestionamientos actuales, parecieran retratos y ya, pero en el fondo está la complejidad profunda, además hay que mencionar el trabajo de todas las personas e instituciones que han hecho posible esto, la sensibilidad de un trabajo como Romualdo conservado a través del tiempo, el cuidado de un acervo importante. Hubo una visión, una intención y de ahí un fenómeno, el mío, en esta serie.
El artista comentó que tras el cierre de la exposición en El Risco continuará a lo largo de este año trabajando en el mismo proyecto, “probablemente crecerá, y habrá algo más amplio después, pues el acervo de Romualdo García en la fototeca de Guanajuato es de 20 mil fotografías, así que pienso continuar”, además de dar seguimiento a una serie sobre la Ciudad de México:
“Es una serie grande que tiene que ver con el eco del entorno de la ciudad, el Centro de la Ciudad de México, la sobrevivencia del antiguo lago que existe aún. Considero a toda la gente que pasa por el centro como habitantes del lago, antiguos dioses que andan ahí, hay personajes que he pintado en recuerdo de memoria de ese lago, que a su vez tiene que ver con esa misma reflexión de lo que somos”.
Y afirmó emocionado que como parte de esas subseries también tiene una de retratos de personas que ha visto y plasmado de memoria en el Centro Histórico, personas-personajes que quedaron plasmados en óleos a la espera de otra muestra:
“El Centro Histórico es conmovedor, tiene una saturación de gente, de gente que da vueltas, como sucede con el agua, y a su vez un recuerdo de lo que fue el lago.
“A esta ciudad, el lago, sus ríos y canales lo volvimos aguas negras, y al poco espacio de tierra edificios que eventualmente dejan de existir… es una gran contradicción y condena colonizante: destruir nuestra ciudad para construir algo hipotético encima”.