[ad_1]
Tras el derrocamiento del régimen de Bashar al Assad por una coalición de grupos rebeldes, el tema más difícil de abordar será el de la integridad territorial de Siria, aseguró el embajador Jorge Álvarez Fuentes, miembro del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales y Profesor de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, aseguró que la caída de Bashar al Assad es un “acontecimiento de enorme significación”, después de 14 años de guerra civil, por lo que considera que ello tendrá enormes implicaciones para ese país y para la región.
“¿Por qué lo digo? Porque pone a Siria en una verdadera encrucijada. Hay que pensar que hay 16,000,000 de sirios que viven hoy una crisis humanitaria. El 80% de la población vive por debajo de la línea de pobreza. Es un país que tiene además ocupación en el territorio norte por parte de Turquía y las milicias, que simpatizan y apoyan la causa turca en contra de los kurdos”, apuntó, al tiempo que recordó la presencia de Israel en los Altos del Golán, que está “sacando provecho” de la situación.
“Ha ocurrido algo verdaderamente sorpresivo que fue una coalición de organizaciones, algunas de ellas milicias claramente identificadas con ideologías yihadistas del islam político radical. Lograron en cuestión de unos días hacerse del control de Alepo, de Hama, de Homs, y avanzar prácticamente sin ningún tipo de defensa contra la ciudad de Damasco, provocando así la salida de Bashar al Assad, algo que se pensaba imposible”, comentó.
Álvarez Fuentes considera que se ha producido “una situación particularmente peligrosa”, ya que existe un vacío en las instituciones del Estado.
Recordó la manera en que tanto el padre como Bashar al Assad gobernaron Siria, en “uno de los regímenes más brutales” vistos en la historia de la humanidad, que detuvo a miles de sirios a lo largo de los 24 años que gobernó Bashar y los 30 que gobernó Háfez al Assad.
En ese sentido, la caída del régimen de Al Assad impactará en el conflicto en la Franja de Gaza, Líbano, pero también en la guerra en Yemen.
“Lo que ha ocurrido en Siria es literalmente un volcán que ha hecho erupción y que pone de manifiesto las enormes dificultades que hay en esa parte del mundo para lograr una transición pacífica”, dijo, y reconoció que “hay señales positivas” como haber aceptado que el primer ministro del gobierno de Al Assad sirviera de enlace para la coalición que tomó las riendas del gobierno, o la amnistía que se dio a los conscriptos del Ejército sirio.
Por tanto, planteó que será de gran importancia que sean los propios sirios los que conduzcan un proceso de diálogo y negociación para una transición pacífica, de la que aún existe la interrogante sobre si será incluyente y laica -dada la convivencia en la región entre cristianos, drusos, kurdos y alauitas-, o bien se impondrá la ley islámica.
Otra de las señales positivas es el nombramiento de Mohamed al Bashir como primer ministro interino, porque fue designado de manera temporal hasta el 1 de marzo de 2025, y porque es reconocido como una figura que ha jugado un papel bastante constructivo, que tiene prestigio.
El académico recordó que el país ha quedado destruido tras 14 años de guerra civil, con 7,000,000 de refugiados, muchos de ellos en Turquía, cientos de miles en Jordania y casi 2,000,000 en el Líbano. “¿Qué va a pasar con todos ellos? Hemos visto las escenas dramáticas de cómo muchos de ellos se han golpeado en los cruces fronterizos, algunos de ellos, por cierto, destruidos por Israel”, mencionó.
“Estamos en un escenario de una enorme incertidumbre e inestabilidad, en donde tienen que conjuntarse una serie de factores: la negociación, que hoy está absolutamente colapsada, que querían impulsar Irán, Turquía y Rusia. El llamado proceso de Astaná está absolutamente desfondado, porque los dos grandes perdedores en los apoyos a Bashar al Assad son Irán y luego Rusia”.
Para Álvarez Fuentes, la ofensiva de los rebeldes no habría conseguido sus objetivos si Hezbolá no hubiera tenido su capacidad ofensiva mermada y si Rusia hubiese dado un mayor respaldo al gobierno de Al Assad, de no haber estado enfrascada en la guerra con Ucrania.
Además, señaló que de acuerdo con las informaciones recientes, Rusia ya habló con los rebeldes sobre las base naval y la base aérea que tiene en Siria, para garantizar su seguridad.
” ¿Tiene que haber justicia durante el periodo de transición?”, cuestionó. “Probablemente no en estos primeros 90 días”, dijo el académico, quien puso en valor el papel de Siria como un país central, cuya capital, Damasco, fue la capital del mundo durante mil años, y conecta regiones fundamentales para el Medio Oriente.
El especialista considera que el acompañamiento de la comunidad internacional, así como el apoyo de los países árabes, empezando por Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Qatar, va a ser fundamental.
“Tienen que dejar atrás su injerencia. Muchos de ellos, cuando estalló la revuelta popular y se inició la guerra civil, tomaron partido y quisieron a toda costa quitar a Bashar al Assad. Pero intervino Turquía, intervino Rusia, intervino Hezbolá y evitaron eso. Los países árabes con mayor influencia, también Egipto, también Jordania, que es país vecino, todos tienen que sumar”, comentó.
“Entonces, Siria no es un país prescindible, es un país toral […] Como diplomático, yo me sigo manteniendo en las filas del optimismo. Hay que pensar en cómo construir. Y el tema más difícil va a ser la integridad territorial de Siria, va a ser, sin duda, donde se determinen y se diriman muchos de los puntos que están en juego”, pronosticó el académico.
“Estamos ante una situación inédita, inesperada. Y podría también, a la postre, cambiar el curso de los acontecimientos en el Medio Oriente. Es imposible renunciar al pasado con todas sus complejidades y dificultades, pero también hay una necesidad imperiosa de construir otro futuro, un futuro promisorio, un futuro incluyente”, señaló.
Ve la entrevista completa:
[ad_2]
Source link