La directora Tatiana Huezo da ¡Un salto al vacío… para honrar a la muerte!

La directora Tatiana Huezo da ¡Un salto al vacío… para honrar a la muerte!


“Échame agüita porque ya me ‘enchilé’ un ojo”, le pide una anciana a su hija y a su nieta, quienes la ayudan a bañarse; la escena transcurre en un hogar del Municipio de Chignahuapan, Puebla, en el que la directora Tatiana Huezo siguió, durante 18 meses, la cotidianidad de una familia para dar forma a su más reciente documental: “El eco”.

Éste, como sus anteriores trabajos que la han llevado a representar a México al premio Oscar (“Tempestad”) y al Goya (“Noche de Fuego”), fue como “un salto al vacío”, en gran medida porque Huezo incluso dudó en algún momento que lo que estaba haciendo pudiera convertirse en una película.

Su paso por la Berlinale y ayer en el 21 Festival Internacional de Cine de Morelia, con la respuesta del público, le hicieron saber que no se equivocó; en la sencillez de retratar una charla al bañar a la matriarca familiar, al tomar atole, al jugar a ser maestra, al buscar figuras en las nubes, al contemplar las cosechas… esos instantes sí son material de cine.

Tatiana dejó atrás la voz en off y las entrevistas para permitir que el cotidiano diera forma a su trama, así sin más explicaciones. “Sí tuve mucho miedo, para mí las películas son un salto al vacío y con ésta, fue el más grande que he hecho. Tuve mucha incertidumbre, dudé si la vida sencilla era suficiente para hacer una cinta poderosa”, confesó.

Huezo hizo descubrimientos en las miradas de quienes aprenden a diario de sus papás, en la escuela y con la naturaleza, y todo le dejó un aprendizaje.

“La gran lección que me dejó ‘El eco’ es que la vida cotidiana y sencilla, los actos más diminutos de la existencia de nuestras relaciones humanas son muy poderosos y construyen 100 películas”, dijo.

Una oda a la muerte

Un momento fundamental en la trama llega con un adiós definitivo, que marcó a la familia, la comunidad y a la propia Tatiana, que pudo honrar ese momento e incluso mostrar toda la dignidad, el dolor, el amor y el respeto que se le da en México a la muerte.

“Esta película es para México porque habla de la esencia de lo que somos, de la bondad, belleza y luz que también tenemos y nos pertenece (…) Sentí la muerte cuando estaba armando la película como un proceso natural, es parte de los ciclos, acompañada de canto, amor y profundo respeto. Es una cinta que honra la muerte”, finalizó Huezo.

A DETALLE

  • Sin protagonismo, el cambio climático se hace presente en ‘El eco’ como el gran riesgo para la vida en el campo.
  • Tatiana Huezo trabaja en su próximo largometraje, que será su regreso a la ficción.

HA DICHO

“Mi deseo es contar cosas que son importantes, desde un lugar honesto, que me mueve las entrañas”, Tatiana Huezo, cineasta

MAAZ

 



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