Mantener una vida sexual activa en la tercera edad permitiría retrasar el envejecimiento cerebral y mejoraría habilidades cruciales, como la memoria y la cognición, reveló un estudio realizado por investigadoras de la Universidad de Purdue.
Los resultados del estudio, derivado del análisis de más de 2 mil 400 testimonios de adultos mayores cuyas edades van de los 62 a los 90 años, demuestran que mantener este tipo de actividad puede reportar diversos beneficios físicos.
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Uno de los principales, según las investigadoras, es el mantenimiento de una buena cognición, evita la pérdida de la memoria y retrasa el deterioro cerebral, mediante la producción de proteínas que ayudan a la formación de neuronas.
Aunque en general hay pocas diferencias entre los géneros, al parecer los hombres podrían beneficiarse más en la cognición, mientras que en las mujeres los beneficios serían físicos y en la memoria.
Mejora la salud del cerebro
Aunque a primera vista no parezca tener mucha relación, la actividad sexual moderada parece mejorar la salud cerebral en los adultos mayores, en buena medida por el hecho de fomentar la irrigación sanguínea, lo cual ayudaría a mejorar las funciones cognitivas.
De acuerdo con el Instituto Linus Pauling, la memoria, el raciocinio, la atención, la resolución de problemas e incluso la habilidad para caminar o hablar, forman parte de esas características del cerebro.
La investigación señala que aquellas personas que mantenían encuentros sexuales por lo menos una vez al mes tenían mejores funciones cognitivas que aquellos que no practicaban las relaciones íntimas.
Otro de los beneficios encontrados por el estudio radica en la producción de dopamina, sustancia apodada la “molécula de la felicidad”, la cual mejora la memoria en la mayoría de las personas.
“El sexo mitiga el estrés, mantiene la cognición y alienta la formación de nuevas neuronas en el hipocampo, un área del cerebro asociada con la memoria”, destaca la doctora Nicole McNichols, en un análisis del estudio.
Las conclusiones del estudio revelan que los adultos mayores suelen tener estos beneficios cerebrales cinco años más en comparación con las personas que no mantienen una vida sexual activa.