Kemonito, una historia de discriminación en la lucha libre mexicana

Kemonito, una historia de discriminación en la lucha libre mexicana


KeMonito, un luchador de 80 centímetros de estatura, acumula 21 años de humillaciones, vejaciones, maltrato laboral y discriminación por su corta estatura en el pancracio mexicano.

“Me siento mal y decepcionado porque piensan que por ser chaparritos (personas de talla baja) no somos seres humanos”, confesó a EFE el esteta de menos de un metro más famoso de la época moderna de la lucha libre mexicana.

Jesús Juárez Rosales, nombre del luchador KeMonito, lleva 35 años de carrera. Empezó con el nombre de Alushe, personaje que era mánager y escudero de Tinieblas, una leyenda de la lucha libre mexicana, con el que compartió un programa de televisión.

Con Tinieblas era respetado en el cuadrilátero, sin embargo, desde que se transformó en el Kemonito en 2002 fue tratado con discriminación ya que en la empresa Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), cumplió el rol de ser un accesorio o una “mascota” de un luchador de talla normal.

Su papel era acompañar a gladiadores de estatura normal y ser castigado por los rivales de éste como cuando en 2008 ante miles de aficionados en la Arena México KeMonito fue expulsado del ring por una patada de Último Guerrero, de 1.75 metros de altura.

No fue la única vez que KeMonito tuvo que prestarse para ser lastimado. En alguna ocasión el Vampiro Canadiense, un peleador de peso completo, le realizó un martinete, castigo prohibido en la lucha libre mexicana porque provoca lesiones graves en el cuello que pueden ser fatales.

“Cuando tomé el personaje quería darle auge a la gente pequeña o discapacitada porque en la lucha libre no nos han tomado en cuenta; nos hacen a un lado, aunque muchas veces tengamos más conocimiento y más valores que otros que dicen estar sin discapacidad”, añadió KeMonito, quien mantiene una disputa legal por mantener el personaje con el CMLL.

Según Rosales, el Consejo Mundial sólo le dio un dibujo y él fue quien diseñó el traje. Adolfo Morales, un narrador fallecido, le puso el nombre, pero quien registró ante las autoridades el nombre fue la empresa que trajo la lucha libre a México hace 90 años.

Los mejores momentos de KeMonito fueron como compañero de Místico, quien en la primera década de los años 2000 provocó el último “boom” de la lucha libre mexicana al llenar las arenas y volver a hacer relevante en el país este deporte como no se veía desde la época de El Santo y Blue Demon.

A Místico lo acompañaba en sus combates más importantes, pero también era golpeado por sus rivales y en esos años fue cuando sucedió la patada que le propinó Último Guerrero, por la cual sufrió lesiones.

“Siempre me trataron diferente. Con Último Guerrero sufrí lesiones y la única atención que me brindaron fue pedirme que fuera al doctor, pero si necesitaba alguna operación no me la pagaban y si tenía que ausentarme por licencia médica no me pagaban el tiempo que estaba fuera. A los luchadores de talla normal no los trataban así”.

En septiembre pasado el luchador KeMonito demandó al CMLL por el delito de fraude en grado de autoría y para reclamar salarios que se le deben por un tiempo no revelado.

Rosales no descarta otra demanda por la discriminación que a su parecer le hicieron en la empresa por la que trabajó más de dos décadas. Al momento se mantiene inactivo por una lesión y a la espera de ganar la batalla en los tribunales para que pueda seguir presentándose con el personaje de KeMonito como un luchador independiente.



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