Las fuerzas israelíes reforzaron la presencia policial en varias localidades de Cisjordania y Jerusalén Este para contener las celebraciones populares por la liberación de los prisioneros palestinos, como parte del acuerdo alcanzado con Hamás, que por el contrario ha pedido que sean recibidos de manera multitudinaria.
La Policía además interrumpió en las casas de los familiares de algunas de estas personas que han entrado en el primer intercambio, por el que también han sido liberados una decena de tailandeses, informa la cadena de televisión Al Yazira.
A pesar de las movilizaciones y advertencias, se reportan múltiples celebraciones tras la liberación de prisioneros en cárceles de Israel.
Los liberados son quince menores de edad y 24 mujeres. Todos ellos salieron de la prisión militar de Ofer, situada en la ciudad de Beitunia, hasta donde cientos se han congregado con motivo de su salida. Igualmente reporta Al Yazira hubo congregaciones de personas fuera del centro de detención Al Maskobiya en Jerusalén.
A lo largo del día, los alrededores de la prisión de Ofer han sido escenario de la represión de las fuerzas israelíes que han disuelto las concentraciones con material antidisturbios. La Media Luna Roja Palestina confirmo que en estas represiones al menos dos menores y un fotoperiodista resultaron heridos.
Mientras tanto, las casas en las que se esperan a algunas de estas personas a su salida de prisión han sido allanadas por agentes de las fuerzas israelíes, quienes advirtieron a los familiares que se abstuvieran de realizar cualquier tipo de celebración a su llegada según reporta la agencia de noticias palestinas WAFA.
En la víspera, el ministro de Seguridad de Israel, Itamar Ben Gvir, ya dio la orden a los responsables de los centros penitenciarios de cortar cualquier conato de celebración por estas liberaciones dentro de las instalaciones, informó el diario Time of Israel.
En esa línea, también instruyó al jefe de la policía de Israel, Kobi Shabtai, para tener “mano de hierro” contra cualquier “expresión de alegría”, en especial en Jerusalén del Este, y reforzar la presencia policial en aquellos lugares en donde se espera que regresen los prisioneros palestinos liberados.
“Mis instrucciones son claras: no debe haber expresiones de alegría. Las expresión de alegría equivalen a respaldar el terrorismo, las celebraciones de la victoria respaldan a esa escoria humana, a esos nazis“, dijo Gvir.