Israel está estudiando la posibilidad de restringir el acceso a la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén durante el próximo mes de ayuno del Ramadán, dijo un portavoz del gobierno tras un reporte en los medios que indicó que el ministro ultraderechista de la policía podría ser desautorizado al respecto.
Al Aqsa, el tercer santuario más sagrado del Islam, es uno de los focos de las aspiraciones palestinas de tener un Estado. También es venerado por los judíos como vestigio de sus dos antiguos templos. Los controles israelíes sobre el acceso han avivado a menudo la fricción política, sobre todo durante el Ramadán.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, declaró la semana pasada que habría un cupo para los miembros de la minoría musulmana israelí (18%) que deseen participar en las oraciones de paz en Al Aqsa.
Ello agravaría la represión que Israel ya ha impuesto a los palestinos desde el ataque transfronterizo que lanzó Hamás desde la Franja de Gaza el 7 de octubre, bautizado como “Inundación de Al Aqsa”, que desencadenó la actual guerra de Gaza.
Sin embargo, el Canal 12 de televisión, el de mayor audiencia en Israel, informó el miércoles de que el primer ministro Benjamin Netanyahu anulará la decisión de Ben-Gvir.
“La cuestión específica de la oración en el Monte del Templo, en Al Aqsa, sigue siendo debatida por el gabinete”, dijo el portavoz del gobierno Avi Hyman en una sesión informativa el jueves.
Añadió que la decisión final tendrá en cuenta la seguridad y la salud pública, así como la libertad de culto.
Un portavoz de Ben-Gvir no respondió a una solicitud de comentarios. El miércoles, Ben-Gvir publicó en la plataforma X que cualquier intento de anular su autoridad equivaldría a una “capitulación ante el terror”, e instó a Netanyahu a desmentir el informe del Canal 12.