Aunque siempre se nos ha inculcado la idea de que un día debe comenzar temprano por la mañana, para muchas personas es bastante complicado salir de la cama para enfrentarse a las próximas horas, por lo que sus mañanas terminan siendo una mezcla de enojo y sueño, mermando en su productividad y hasta en su relación con los demás. Y aunque esto no es una característica negativa, existen algunos trucos para aprender a sobrellevar las primeras horas del día, uno de ellos es el “Göekotta“, un método sueco que promete ayudarte a tener una vida más feliz.
¿Qué es el método Göekotta?
Si bien “alcanzar la felicidad” es algo muy subjetivo y que depende de muchos factores internos y externos, de acuerdo con esta fórmula sueca hay un acto muy simple que podría llenar tus mañanas de una inmensa felicidad: redescubrir cada amanecer a nivel sensorial. En este enfoque, se destaca la importancia de valorar cada día, observar la salida del sol y comprender que representa una nueva oportunidad y aunque puede sonar cliché, revela una tendencia hacia la apreciación de la belleza simple de la vida, un aspecto que a menudo pasamos por alto en nuestra rutina diaria.
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Pero además de este sencillo gesto que muchas veces olvidamos hay otros factores que conforman la práctica “Göekotta“, palabra que en sueco significa “el canto del cuco” y es que este método implica salir a la naturaleza y dedicar unos minutos a una pequeña comunión sensorial con ella, apreciando los cantos de los pájaros y sumergiéndose en el sereno silencio. Aunque se puede realizar una incursión rápida cuando el tiempo es limitado, la elección ideal implica dar un paseo por el bosque o, en su defecto, por algún espacio verde similar.
¿Cómo aplicar el Göekotta en la vida cotidiana de México?
Este enfoque busca resaltar la importancia de conectarse con la naturaleza para mejorar la calidad de vida y promover el bienestar emocional, sugiriendo que la relación armoniosa con el entorno natural puede tener un impacto significativo en la felicidad individual. Y aunque sus resultados suelen ser muy positivos, estando en una ciudad tan grande como lo es la CDMX, éste hábito queda completamente fuera de lugar, por suerte hay algunas maneras de adaptar el “Göekotta” a nuestro contexto.
- Adelanta tu despertador un par de horas: no solo para contemplar el amanecer, sino para asegurarte de disponer de tiempo extra donde el estrés y la ansiedad no tengan cabida.
- Aleja los aparatos electrónicos: este momento de relajación no debe verse afectado por pantallas ni por la avalancha de información de las redes sociales.
- Crea tu propio ‘bosque’ en casa: incorporar plantas y aprovechar la luz natural puede contribuir a tener el espacio de relajación perfecto, incluso en la comodidad de tu hogar.
- Pasea por un espacio verde si lo tienes cerca: un parque, un bosque o un sendero tranquilo pueden brindarte una oportunidad única para iniciar el día de la mejor forma posible. La conexión con la naturaleza, incluso en entornos urbanos, puede tener beneficios significativos para tu bienestar emocional.