La llegada de un nuevo integrante a la familia es usualmente una noticia alegre, salvo si eres el gato de la casa. De acuerdo con una encuesta hecha por el Servicio de Salud británico, el 54 por ciento de las personas tienen dudas sobre si es saludable mantener al michi durante el embarazo y los primeros meses de vida del bebé.
Los mitos más recurrentes van desde el hecho de que podrían generar algún tipo de alergia a su pelo hasta que, por el aroma particular que tienen, despiertan ciertos instintos de caza en los felinos, quienes pueden rasguñarlos.
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“Un recién nacido es especialmente vulnerable, así que debes tomar algunas precauciones para prevenir accidentes y siempre debes supervisar la interacción entre tu gato y tu bebé. De hecho, la mayoría de los gatos suelen ignorarlos.
“Debes evitar que el gato use la cuna como cama, incluso antes de que llegue el bebé. Puedes lograrlo ofreciéndole otros espacios de tu casa, algunos de ellos cálidos, donde tu gato se sienta más cómodo”, señala la asociación británica Cats Protection.
Una amistad que toma tiempo
Los gatos son animales de rutinas: les cuesta trabajo adaptarse a los cambios, aún más si esto implica un ambiente más ruidoso o cambios en el mobiliario de la casa, por lo que debes tener paciencia.
Sin embargo, numerosos estudios documentan que el tener un gato en la familia ayuda a los más pequeños a desarrollar empatía, sentido de la responsabilidad y ciertas funciones motrices al estar en contacto con el michi.
Dicen que no hay nada como la primera impresión, y este caso no es la excepción. Los expertos de Cats Protection aconsejan darle un poco de tiempo y espacio a tu gato para que se acostumbre al bebé sin obligarlo a interactuar.
Otra cosa importante es permitirles acercarse poco a poco a los más pequeños, incluso dejarlos olfatearlos para que se familiaricen con su aroma. Dicho esto, no debes permitir que los gatos duerman encima de los bebés.
Los michis son muy inteligentes, por lo que es fácil educarlos para que aprendan, a través de estímulos o bocadillos, a jugar de manera segura con el bebé o incluso a calmarlo en algunas situaciones.
Debido a la esperanza de vida de la mayoría de los gatos, serán una gran compañía para la infancia de tus niños, quienes siempre recordarán con cariño a ese primer michi que vivió junto a ellos.