WASHINGTON (apro) – La oposición del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, reflejada en la voluntad de republicanos en el Senado del Congreso federal, lograron la derrota del proyecto de ley de seguridad fronteriza y reforma migratoria y quedó fuera del paquete de ayuda al extranjero destinada a Ucrania, Israel y la Franja de Gaza.
Con un votación de 49 votos en contra y 50 a favor, el paquete de reforma migratoria no logró obtener los 60 votos requeridos de entre los 100 senadores del Congreso federal.
El proyecto de ley de reforma migratoria y seguridad fronteriza que contemplaba un presupuesto de unos 20 mil millones de dólares fue retirado del paquete de ayuda extranjera que ahora considerará el Senado exclusivamente para dar asistencia a Ucrania, Israel y la Franja de Gaza.
Ante el fracaso de conseguir la aprobación en el voto de procedimiento, Chuck Schumer, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, optó por retirar al plan de reforma migratoria y seguridad fronteriza del proyecto de ley original, en un intento de por lo menos sacar avante la ayuda militar y humanitaria a Ucrania, Israel y para palestinos en Gaza.
Tal y como habían advertido Trump y varios senadores republicanos, la reforma migratoria y seguridad fronteriza no logró siquiera llegar a consideración del Pleno del Senado porque no estaban dispuestos a darle una victoria legislativa al presidente Joe Biden, en año electoral.
Fue insuficiente el respaldo de cuatro senadores republicanos, Lisa Murkowski, de Alaska, Susan Collins, de Maine, Mitt Romney, de Utah y James Lankford, de Oklahoma, ya que el plan de reforma migratoria y seguridad fronteriza no alcanzó los 60 votos necesarios para avanzar.
Ya sin el proyecto de ley que modificaría la situación de seguridad y de procesamiento de inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, el paquete de ayuda exterior incluye 60 mil 100 millones de ayuda humanitaria y militar a Ucrania, 17 mil 600 millones de ayuda bélica a Israel y 10 mil millones de ayuda a Gaza y otros países.
La reforma migratoria y de seguridad fronteriza que fracasó en el Senado, estaba destinada a no llegar a ningún lado en el Capitolio ya que aun en caso de haber sido aprobada en el Senado, en la Cámara de Representantes los republicanos ya habían asentado que no la considerarían ni siquiera para ser analizada.