La Fiscalía israelí ha confirmado este domingo la solicitud de imputación de Eli Feldstein, un asesor del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, implicado en la filtración de documentos secretos con la supuesta intención de favorecer políticamente a Netanyahu y dificultar un acuerdo por los rehenes retenidos en la Franja de Gaza. Otro sospechoso, aún no identificado será igualmente imputado.
De acuerdo con el secreto de investigación levantado esta misma tarde, Feldstein está bajo sospecha de “intentar influir en el debate político sobre los rehenes” al filtrar material al diario alemán Bild y demostrar que el movimiento islamista Hamás “no estaba dispuesto a alcanzar un acuerdo para liberar a los rehenes en Gaza”.
El problema reside además que filtración incluía material extremadamente sensible, cuya publicación “podría causar graves daños a la seguridad de Israel y al Estado”.
Los censores militares habían bloqueado estas informaciones “debido a la sensibilidad del material”, pero Feldstein intentó publicarlo en la prensa extranjera y puso al tanto a los periodistas israelíes una vez que se publicó en el ‘Bild’ para que escribieran artículos de seguimiento.
La Fiscalía ha remitido el pliego de cargos al Tribunal de la Magistratura de Rishon LeZion en el que además solicita prorrogar la detención de ambos sospechosos durante cinco días más hasta que se materialice la imputación. El documento indica además que solicitarán la prisión provisional hasta que termine el proceso una vez se formalice la imputación, según recoge el diario israelí ‘The Times of Israel’.
Este mismo domingo el Tribunal Supremo israelí ha aceptado un recurso contra la decisión de un tribunal inferior de conceder el arresto domiciliario a Feldstein y al otro sospechoso alegando que se justifica su arresto por “seguridad pública” y “dado el peligro que suponen los acusados en este momento”.
El caso ha levantado la polémica en el país, especialmente entre los familiares de los rehenes, que han protagonizado numerosas protestas contra el Gobierno para exigir un acuerdo que garantice su regreso a casa.
A principios de noviembre, el Foro de Familias de Rehenes pidió la apertura de una investigación sobre la presunta filtración de estos documentos confidenciales, que habrían sido entregados a la prensa de forma intencionada.
La organización afirma que “las sospechas apuntan a que individuos vinculados al primer ministro actuaron en su nombre para perpetrar uno de los mayores fraudes de la historia del país”. En este sentido, han calificado estas supuestas filtraciones de un “grave revés para la confianza en el Gobierno de Israel”.
Y este mismo domingo la Einav Zangauker, madre del rehén Matan Zangauker, ha criticado a Netanyahu y su entorno por estas filtraciones sorteando la censura militar para influir en las negociaciones para un acuerdo.
“La banda de Netanyahu lanzó una operación criminal contra la liberación de los rehenes y ayudando al enemigo, poniendo en peligro la seguridad del estado”, ha reprochado.