Al menos 8.5 millones de dispositivos con sistema operativo Windows fueron afectados por un apagón tecnológico mundial debido a la actualización de software de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike.
“Actualmente estimamos que la actualización de CrowdStrike afectó a 8.5 millones de dispositivos Windows, o menos del 1 por ciento de todas las máquinas Windows”, dijo Microsoft.
Una actualización de software de la firma global de ciberseguridad CrowdStrike, desencadenó problemas en los sistemas que hicieron aterrizar vuelos, obligaron a las cadenas de televisión a dejar de emitir y bloquearon el acceso a servicios como el de salud o la banca.
“Aunque el porcentaje fue pequeño, el amplio impacto económico y social refleja el uso de CrowdStrike entre empresas que gestionan muchos servicios críticos”, señaló Microsoft en su blog.
CrowdStrike ha ayudado a desarrollar una solución que ayudará a la infraestructura Azure de Microsoft a acelerar una respuesta, dijo Microsoft.
El gigante tecnológico añadió que estaba trabajando con Amazon Web Services y Google Cloud Platform, compartiendo información sobre los efectos que estaba viendo.
El sector del transporte aéreo se recuperaba el sábado de la interrupción que provocó la cancelación de miles de vuelos, que dejó a los pasajeros varados o con retrasos de horas.
Delta Air Lines, una de las compañías aéreas más afectadas, indicó que a las 14 hrs. de hoy sábado se habían cancelado más de 600 vuelos, y agregó que se esperaban más.
Llamado a la calma: No fue un ciberataque
George Kurtz, presidente de CrowdStike, subrayó en X que lo ocurrido no fue un incidente de seguridad ni un ciberataque, sino un problema aislado para el que se dio soporte a los clientes a fin de que obtuvieran las últimas actualizaciones.
Según explicaron a EFE expertos informáticos, la última actualización de controladores de Falcon contenía errores; inmediatamente colapsó Azure, la plataforma de computación en la nube creado por Microsoft para construir, probar, desplegar y administrar aplicaciones y servicios utilizando su infraestructura global.
Ello provocó la aparición de los pantallazos azules o “de la muerte” que en todo el mundo mostraban que los sistemas habían dejado de funcionar, y que había que reiniciar los servidores.
Kutz se disculpó por las interrupciones y aseguró que sus ingenieros ya resolvieron el problema que causó el fallo global, aunque avisó que puede tomar tiempo para algunos clientes volver a operar.